Reuniéndose con la guardia del león

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Kion no entendía que estaba pasando y donde estaba

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Kion no entendía que estaba pasando y donde estaba.
- Tengo que salir de aquí - se dijo Kion, y saltó de la "roca" y corrió lo más rápido que pudo. Decidió no usar el rugido en los seres, ya que temía hacerles daño, puede que lo tengan rodeado, pero eso no significa que sean malos...
Todos los seres que estaban a su alrededor lo empezaron a perseguir.
Kion corría y corría, hasta que vio una "cueva", solo que un poco extraña (que sería un callejón). Rápidamente se escondió ahí.
Espero que los seres se vayan, y suspiro.
- Eso estuvo cerca... pero... ¿donde estoy? ¿Qué lugar es este? ¿Donde están las praderas?- pensaba Kion, pero una voz lo sacó de sus pensamientos.
- ¿Kion?- dijo la voz, que era femenina...
El león al instante reconoció esa voz, era alguien que había conocido hace mucho tiempo... podía ser un poco presumida, pero era una gran amiga.
- ¿Fuli?-preguntó Kion.
Si, Fuli era. La cheetah se acercó a Kion y le regaló una sonrisa.
- ¡Kion! ¡Estás bien!- dijo Fuli emocionada, lo cual no lo hacía mucho.
- ¡Fuli! ¡Te encontré! - dijo también Kion emocionado- ¿como llegaste aquí?
- Después de que fuimos absorbidos por la extraña pintura, aparecí en este lugar... me asuste un poco, por lo que empecé a correr lo más rápido que pude- decía Fuli- de pronto, muchos de esos seres, que nunca había visto,  empezaron a perseguirme, pero no lograron alcanzarme por qué me escondí aquí, y luego apareciste tu.
- A mi me sucedió algo parecido- dijo Kion- pero... ¿sabes donde están los demás?
- No los he visto...- dijo Fuli.
Los dos dejaron de hablar, al escuchar una voz familiar.
- ¡Ayuda!- gritó la voz.
- Espera... ese no es... - dijo Fuli.
- ¡Bunga!- dijeron los dos al mismo tiempo.
Se asomaron a fuera del callejón con cuidado, y vieron a Bunga corriendo, a Ono volando a su costado, y a los seres persiguiéndolos, no eran mucho, pero Ono se veía asustado.
- ¡Tenemos que ayudarlos!- dijo Fuli.
- ¡Si! ¡Vamos!- dijo Kion.
Los dos corrieron y Fuli agarró a Bunga con su boca.
- ¿Fuli?- dijo Bunga, mientras la cheetah corría lo más rápido hacia el callejón donde antes estaba.
- ¡Si! - dijo Fuli.
Bunga sonrió del alivio, lo habían "salvado".
Por otro lado, Kion se dirigió con Ono, y le dijo que le siga, hacia el callejón donde se había escondido con Fuli.
- ¡Ono! ¡Sígueme!- dijo Kion.
- ¿Kion?- dijo Ono, y al darse cuenta que era su líder, decidió hacer lo que le decía- ¡Afirmativo!
Al final, lograron llegar al callejón oscuro, y los seres los perdieron.
Se quedaron un rato en silencio, para estar seguros de que los seres ya no estén cerca, y hablaron.
- ¿Están bien?- preguntó Kion.
- ¡Si! ¡Gracias!- agradeció Bunga abrazando a Fuli, que ella en respuesta se alejó un poco, ya que no le gusta mucho los abrazos.
- ¿Ustedes como llegaron aquí? - preguntó Fuli.
- Después de que fuimos absorbidos por esa pintura extraña que toque...- dijo Bunga entre risas- aparecí aquí, y vi a esos seres, que en realidad se parecen mucho a los monos...
- Tienes razón Bunga, estos seres son muy parecidos a los monos..- dijo Kion.
- ¿Y luego qué pasó? - preguntó Fuli.
- Empece a hablarles a los seres diciéndoles - se aclaró la garganta- "Yo soy Bunga, pero me pueden llamar Bunga el sabio"... pero lo que no me esperaba era de que empiecen a perseguirme... empecé a correr y de casualidad me tropecé con Ono, y bueno... ya saben lo demás.
- Lo Bueno es que todos estamos juntos- dijo Fuli.
- Esperen, ¡Falta Beshte!- dijo Kion.
- ¡Cierto!- dijo Bunga sorprendido.
- ¡Ono! Busca a Beshte- dijo Kion.
- Afirmativo Kion- dijo Ono, volando sobre el gran lugar- ¿donde puede estar Beshte?- Siguió buscando, pero no lo encontraba, hasta que vio algo, que se parecía mucho a una roca, y ya lo había visto. - ¡Es Beshte! - El hipopótamo se encontraba atorado en un callejón. Ono rápidamente voló hacia donde estaban los demás miembros de la guardia del leon. - ¡Kion! - llamó la atención del líder.
- ¿Ono? ¿Lo encontraste?- preguntó Kion.
- ¡Si! Pero creo que esta... ¡atorado!- dijo Ono.
- ¡Heivy Kabisa!- dijo Kion- Tenemos que ir a ayudarlo.
- ¡Si! ¡Zuka Zama!- gritó Bunga.
- ¡Shh!-Lo calló Fuli- No grites o nos encontrarán.
- Ahh verdad- dijo Bunga riendo.
- Bueno, ¡Vamos! - dijo Kion- ¡Hasta el fin de las prade...- pero Bunga lo interrumpió.
- Pero Kion, no estamos en las praderas, estamos en... lo que sea este lugar. - corrigió Bunga.
- Bueno entonces... no importa... ¡Vamos!- dijo Kion.
Los 4 integrante de la guardia del leon se dirigieron donde Ono había visto a Beshte.
- ¡Aquí es!- dijo Ono.
- ¡Beshte! ¿Estás aquí?- preguntó Kion.
- ¿Kion? ¿Eres tú?- preguntó Beshte.
- ¡Si! Y también Bunga, Fuli y Ono- contestó Kion.
- ¡Que bueno! Pero... necesito ayuda... estoy atorado- dijo Beshte.
- No te preocupes Beshte, te sacaremos- dijo Kion.
Así, Kion, Bunga y Fuli sacaron a Beshte, que estaba atorado en el callejón, ya que los hipopótamos son grandes, se atoró cuando quería esconderse de los seres. Ono vigiló desde los cielos si venía algún ser, pero por suerte no pasó.
- ¿Estás bien?- preguntó Kion.
- Si, gracias- dijo Beshte moviendo las orejas.
- Estamos nosotros aquí, pero... ¿y los demás?- preguntó Fuli.
- ¿A que te refieres?- preguntó Kion.
- Rafiki también fue absorbido por la pintura, pero no lo hemos visto- dijo Fuli.
- Si... tienes razón, ademas supongo que los demás también debieron aparecer aquí...- dijo Kion.
- Y... ¿Ahora que haremos?- preguntó Bunga con las manos alzadas.
- Creo que yo se que podemos hacer...- dijo una voz misteriosa, pero familiar también...

Perdón por haber tardado, pero estuve un poco ocupada, pero bueno, espero que les haya gustado! Muy pronto el siguiente capítulo

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Perdón por haber tardado, pero estuve un poco ocupada, pero bueno, espero que les haya gustado!
Muy pronto el siguiente capítulo...

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