Consejo de Fuli

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Al día siguiente, todos se levantaron, pero algo los sorprendió: las cebras no estaban

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Al día siguiente, todos se levantaron, pero algo los sorprendió: las cebras no estaban...
- ¿Cebras?- dijo Kion tratando de encontrarlas.
- ¡No están!- dijo Bunga asustado.
- ¿Donde podrán estar?- preguntó Fuli.
- Mmm... ¡ya se!- dijo Kion con una sonrisa- podríamos rastrearlas, ¿lista para rastrear Fuli?
- Si- contestó Fuli, así los dos empezaron a rastrear, hasta que Fuli encontró el olor- Kion, creo que ya se por donde están - la cheetah señaló con su pata un camino.
- Bien, guardia del león, Anga, acompáñenos, los demás quédense aquí- dijo Kion.
- Entendido Kion- contestó Jasiri.
La guardia del león y Anga siguieron el rastreo de las cebras. Anga y Ono vigilaban desde el cielo si se aproximaba algún ser.
Tuvieron que correr mucho, ya que al parecer las cebras habían corrido mucho, supusieron que habían sido presas del "Pánico y corran", hasta que llegaron a... una cueva, algo extraña (que en realidad, sería un cuartel, donde llevan todo lo extraño o algo para investigar).
Como estaban con el más fuerte de las praderas, Beshte derrumbó la pared, haciendo que todos se sorprendieran... todos los habitantes de las praderas que faltaban llegar a este nuevo mundo, sin contar a los desterrados... estaban... ahí... todos encerrados (que estaban en una celda gigante).
- Tenemos que sacarlos de aquí- dijo Kion- Beshte, sácalos de aquí.
- Entendido Kion, ¡Twende Kiboko!- el más fuerte de la guardia derrumbó la celda, dejando a los animales libres.
- Gracias guardia del león- agradecieron los gálagos con su típica voz aguda.
- De nada- dijo Kion; de pronto, empezó a sonar un ruido fortísimo (que sería una alarma). El piso empezó a temblar un poco, dando la señal de que algo se acercaba...
- Kion... ¿que fue eso?- preguntó nerviosa Fuli.
- No lo se, pero no es buena señal, ¡todos! ¡Corran! ¡Debemos de salir de aquí! - dijo Kion.
Los animales obedecieron a Kion y salieron del cuartel lo más rápido posible.
Mientras corrían, Fuli se acercó a Kion.
- Kion, usa tu rugido para destrozar esa "cueva" o lo que sea- sugirió la cheetah.
- No Fuli, no usaré mi rugido, solo debemos seguir corriendo hasta llegar con mis padres y los demás- dijo Kion.
Fuli le lanzó una mirada molesta, todavía no sabía el porqué no podía usar su rugido contra ellos...

Al final de todo, lograron llegar al callejón donde se encontraba Simba, Nala, y los demás. Pudieron llegar antes, ya que no hubieron seres persiguiéndolos...
- ¡Kion! ¡Llegaste!- dijo Jasiri sonriendo.
- Si...- respondió Kion un poco cansado de correr.
- Y al parecer... ya todos los animales de las praderas ya están aquí - dijo Ono.
- Tienes razón Ono- dijo Simba.
Nala volteó a todas partes, pero no veía a Kiara, Tiffu y Zuri.
- Pero... ¿donde esta Kiara y sus amigas?- preguntó preocupada Nala.
- No las vimos...- dijo Kion.
Nala puso una cara de asustada.
- Tranquila Nala, si todos llegamos aquí bien, de seguro ella y sus amigas también - dijo Rafiki tratando de animarla.
- Tienes razón...- dijo Nala calmándose.
El líder de la guardia del león se acercó a los recién llegados.
- Y... ¿que haremos aquí?- preguntó Ma Tembo, líder de los elefantes.
- ¿Qué comeremos?- preguntó Twiga, líder de las jirafas.
- Tranquilos, nos quedaremos aquí, aquí no nos encontrarán los seres, y hemos conseguido comida- dijo Kion señalando las frutas con su pata.
- Ahh ya, gracias- agradecieron los animales.
Fuli se acercó de nuevo a Kion.
- Kion debemos hablar- dijo Fuli.
Kion se puso nervioso, pero accedió.
- Esta bien Fuli- dijo Kion.
Los dos se alejaron un poco del grupo para hablar.
- Bueno ahora, ¿por qué no quieres hacerle daño a los seres?- preguntó Fuli- y no pienses darme excusas.
Kion soltó un suspiro: era hora de decirle la verdad a Fuli.
- Fuli, ellos son seres vivos, como nosotros, y aunque no lo creamos, forman parte del ciclo de la vida como nosotros, si les hacemos daño o cazamos... nos estaríamos volviendo como...- pero Fuli interrumpió al cachorro de león.
- Los desterrados...- completo Fuli entendiendo todo.
- Si, eso... es por eso que no quiero hacerles daño- dijo Kion.
- ¿Quienes más saben de esto?- preguntó Fuli.
- Solo tú y Bunga- respondió Kion.
Fuli asintió lentamente con la cabeza.
- Esta bien Kion, y... ¿cuando planeas decirles esto a los demás?- preguntó la cheetah.
- Pensaba decírselos hoy en la noche o mañana- contestó Kion.
- Kion, te sugiero que les digas hoy, mientras más rápido se los digas, será mejor- sugirió Fuli.
- Si... tienes razón- dijo Kion regalándole una sonrisa a su amiga.
- Bueno, ¿regresamos?- preguntó Fuli.
- Claro- contestó Kion.
Los dos se reunieron con los demás de nuevo.
Era hora de decir la verdad.
- Animales... tengo que decirles algo... - dijo Kion nervioso, miró a Fuli, que esta le sonrió tratando de calmarlo- Miren, todos ya estamos aquí, en este nuevo mundo, solo falta que lleguen Kiara, Tiffu y Zuri, que de seguro llegarán pronto. Jasiri y su clan ya están aquí, y ellas provienen de las lejanías, eso significa que los demás habitantes de las lejanías también llegarán... pero mientras nos mantengamos unidos, seremos más fuertes... y sobre los seres... son criaturas nuevas para nosotros, pero eso no significa que sean malos, de seguro están igual de asustados como nosotros, por eso nos persiguen... solo hay que permanecer unidos y sobreviviremos- termino Kion.
Fuli y Bunga miraron con orgullo a Kion, después de todo dijo lo verdad.
- Tienes razón Kion- dijo Ma Tembo.
- ¡Las praderas unidas!- gritaron todos.



Mientras, donde se encontraban Kiara, Tiffu y Zuri, pensaban en cómo bajar de esa "alta roca" (edificio).
- ¿Como bajaremos de aquí Kiara?- preguntó Tiffu, ella estaba muy asustada.
- Mmm, si nosotras estamos aquí, de seguro la guardia del león también. - dijo Kiara- hay que pedir ayuda.
- ¡AYUDA! ¡ESTAMOS AQUÍ! ¡RESCATENOS! - gritó el trío de leonas, esperando a que alguien las oyera.

- ¡AYUDA! ¡ESTAMOS AQUÍ! ¡RESCATENOS! - gritó el trío de leonas, esperando a que alguien las oyera

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