Jenne Holder
—Hola Jenne -Me saludó Grace sentada en una mesa de seis en la que tomamos asiento Zarah, Alyssa y yo además —. ¿Qué tal todo?
—Hola Grace. Todo bien.
Grace era callada, pero tenía una sonrisa cálida que hacía que te sintieras cómoda con ella. Quizás si nos encontramos más a menudo seríamos amigas, pero ella al parecer vive en el salón de clase y va de vacaciones a la residencia.
En la mesa el silencio era absoluto y nadie parecía dispuesto a decir algo. Zarah y Alyssa ni siquiera se miraban, y Grace estaba con toda su atención puesta en su teléfono. Yo paseaba mi vista discretamente por todo el lugar con ganas de escapar de esta situación y pensando por qué a Zarah se le ocurrió que nos reuniéramos aquí. O, mejor dicho, por qué a mí se me ocurrió aceptar venir.
Me llamó la atención que hubiesen mesas de cuatro capacidades desocupadas y estuviésemos situadas en una de seis siendo cuatro personas.
—Es un lugar lindo —Comenté.
—Sí, es muy bueno —concordó Zarah —. Es casi propiedad de Grace, específicamente de su padre.
—Del esposo de mi madre —corrigió la mencionada —. Resulta que no soy su hija biológica.
No supe que responder a ello y ahí murió la conversación.
Luego de que llegaran a tomar nuestro pedido me acomodé en mi asiento y noté que Zarah y Alyssa miraban en una misma dirección. A la entrada. Las imité y mis ojos se toparon con un chico de cabello oscuro abundante, brillante y lacio, profesionalmente desordenado. Con una piel cremosa perfecta, como si dedicara su vida a cuidar de su aspecto. Su estatura era considerable, debía estar por «1.80».
Vestía un típico traje negro con corbata, pero en el lucía como si fuese el conjunto más juvenil de la temporada.
No tenía idea de quién era. No lo había visto en mi vida. De otra forma seguro lo recordaría. Es difícil olvidar a alguien que se ve así.
Se aproximó a la mesa. Alyssa lo miraba confundida como si no entendiera por qué el estaba aquí. Grace tenía los ojos muy abiertos, parecía gratamente sorprendida, Zarah miraba a Alyssa, como si esperara que en cualquier momento explotara y la tuviera que recoger en pedazos.
—¿Kyan? —Reaccionó por fin Alyssa.
—¿Como estás Aly? —tomó asiento —. ¿Qué tal Zarah, Grace,y... ?
Después de saludar a cada persona de la mesa con un tono relajado,sin percibir que Alyssa lo acuchillada con la mirada,o ignorando ese hecho,me miró esperando por mi respuesta con una sonrisa divertida,y yo casi que lo tocaba con solo mirarlo.
—Jenne Holder.
—Yo soy Kyan Parker, el...
—El molesto exnovio de Grace, y un viejo amigo nuestro —Intervino Alyssa recuperando su amabilidad habitual.
Kyan la miró y le sonrió, pero ella no le devolvió la sonrisa.
—Yo voy...vuelvo en un minuto —informó Grace de momento antes de levantarse y dirigirse a lo que reconocí como las puertas de la cocina.
—¿Ella se dirigió a...?
—Este lugar es como su casa —Me aclaró Zarah al ver mi confusión.
En un instante Grace volvió a su asiento y,al igual que Zarah,casi se metió en su teléfono móvil,mientras que Alyssa y Kyan estaban dentro de una guerra de miradas matadoras.
—Voy al baño —Alyssa se puso de pie.
Kyan se mantuvo observando sus dedos,jugando con un bolígrafo plateado que tenía forma de un cilindro perfecto.
—Así que tú eres Jenne —dijo Kyan de forma repentina.
—Lo dices como si te hubiesen hablado de mí.
—Lo han hecho.
—Ah ¿Sí?
—Sí. Todo cosas buenas.
—¿Se pude saber quién?
—Tus compañeras de residencia, claro.
Por alguna razón Kyan me intimidaba y su presencia era tan significativa que ignoralo se me hacía difícil. Igualmente dirigí toda mi atención a mis piernas descubiertas y no levanté mi cabeza hasta que escuché un estruendo seguido por pequeñas porciones de comida volando hasta donde me encontraba.
¿Por qué me pasaban estás cosas?
Kyan se inclinó hacia mí y me ofreció un pañuelo. Luego se salió de su silla y recogió algo del suelo y le dijo al camarero:
—Lo siento, se me cayó el bolígrafo —Con eso había tropezado el chico que traía la comida.
Me levanté y me encamine al baño alterada. Paré delante del lavabo, maldije para mis adentros por mi ropa manchada. Quería gritar e insultar a cada uno que tuvo algo que ver en que terminara así.
Me dispuse abrir el grifo pero escuché algo.
—¿No era su intención? Hizo una entrada de alfombra roja —era Alyssa —. ¿Por qué no viniste tú?
Hubo un pequeño silencio antes de que se escuchara el cerrojo de uno de los compartimentos del baño abriéndose. Me introduje rápidamente al compartimento más cercano y me mantuve allí hasta que la oí salir del baño. Luego salí y me coloqué donde estaba antes.
¿Por qué siempre estaba en el lugar y el momento adecuado para quedar como fisgona?
¿Con quién hablaba a escondidas?
Hice lo que pude con mi ropa,y regresé a la mesa. Noté que Alyssa no estaba.
—¿Donde está Alyssa? —Inquirí tomando asiento.
—Tenía un problema que resolver —respondió Zarah —. Y nosotros estamos considerando irnos. Con todo este desorden hemos perdido el apetito ¿Estás de acuerdo?
—Me parece excelente —asentí y giré hacía Kyan. Ya me miraba ¿Qué tanto me miraba? —. Te devuelvo el pañuelo cuando lo lave.
Nos levantamos de la mesa y salimos del lugar. Zarah, Grace y yo caminamos hasta el auto de Zarah.
—Hey, Jenne —el pelinegro llamó mi atención con la puerta de su auto entreabierta —. Espero verte en la gala el miércoles.
N/A
¡Y apareció Kyan señores!
Estoy contenta porque he llegado a más de 200 vistas en mis dos historias.
No es mucho,pero me pone contenta :)
Si les gusto al menos un poquito dejen su voto,no sean lectores fantasmas,por favor...comenten aunquesea un emoji para no sentir que le hablo al viento como una loca :]
ESTÁS LEYENDO
Ajena [✓] ©
Teen Fiction«Las paredes de mentira caen por tormentas de verdad». La vida de Jenne Holder no ha sido el camino de rosas que le prometió su padre de pequeña, pero ella no se lo tomaba en cuenta debido a que había fallecido tiempo atrás. En un accidente en el qu...