Cuando llegas a un lugar por primera vez, no lo haces pensando en que pasaran cosas malas, mucho menos en que golpes de realidad se encargarán de derrumbar paredes de mentiras y secretos en las que siempre viviste encerrada.
¿Experiencia real? Pues sí.
Jenne Holder
«Fortuna, Exitus, Legatus»
Quizás parezca un hechizo de magia de los que hacen en Hogwarts,pero en realidad es el nombre de una academia, aunque todos suelen llamarla, por obvias razones, la FEL.
Imagina que alguien te pregunté: Oye ¿Y en qué escuela estudias?, y respondes; Fortuna, Exitus, Legatus. Parece un chiste de mal gusto. Cosas que no tuvieron en cuenta los fundadores. Pero ni modo, ellos son los millonarios.
La FEL es una academia de artes de gran prestigio en el estado. Bueno, en el país en general. Lo que marca tu lugar en este sitio, como suele suceder en casi todas partes, es la riqueza que te precede, los números en tus tarjetas de crédito, en alguna cuenta de banco en el país, o en Suiza. No discriminan con esto último. Además del éxito que llegues a alcanzar luego de que termines tus estudios o, mejor aún, durante tu estancia aquí. Por supuesto, tú origen es un as bajo la manga que siempre funciona a tu favor.
—¡Mira a los lados antes de cruzar la calle, Jenne! —chilló mi madre al otro lado de la pantalla de mi móvil —. A veces pienso que no es tan buena idea que hayas aceptado la beca en ese lugar. No tienes la mínima percepción del peligro.
Un auto hizo sonar el claxón y me moví rápidamente para llegar al andén. A salvo.
—Ves —reafirmó mi madre.
—Mamá, basta —bufé acomodando uno de los auriculares luego de sentir que mis tímpanos estallarían con su chillido —. No soy una niña, y no estoy en una ciudad, estoy en el territorio de la academia y prácticamente no hay tráfico. Los autos van lento porque muchos estudiantes, como yo, van andando como si fuese un boulevard.
—Me parece estar escuchando a tu padre justificándose —Masculló y puede notar como sacaba su rostro del ángulo de la cámara por algunos segundos.
Aún le afectaba mucho todo lo que sucedió.
—Todo es exactamente como lo describía Haakon en sus interminables historias —espeté intentando dejar el tema en el olvido —. El lugar es inmenso, como el campus de cualquier universidad. Aunque ahora que lo pienso no he visitado ninguna.
Bajé mi vista al folleto en mi mano, analizando el mapa del terreno.
—Según él mapa, está dividido en zonas, una para cada rama artística: artes plásticas, danza, artes escénicas, música, entre otras. Aparte existen bloques de edificios donde residen los estudiantes, la biblioteca; adjunta con centros de navegación y, por el centro del lugar, la edificación principal que incluye sala de reuniones, recepción y la oficina del director de la academia.
»Además de todo eso está el parque central, el del lago. Más cafeterías que dinero tengo para gastar, y tiendas de todo tipo. Todo está meticulosamente cuidado, el lujo no tiene un límite aquí. Como quisiera que estuvieses conmigo mamá.
—Yo también cariño —musitó, el dolor y la nostalgia eran evidentes en su voz, por ello no le reprochaba que no estuviese conmigo, primero que todo estaba su salud —. Pronto terminaré la rehabilitación, saldré de aquí completamente sana, lista para compartir contigo las cosas maravillosas que te esperan.
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Ajena [✓] ©
Ficção Adolescente«Las paredes de mentira caen por tormentas de verdad». La vida de Jenne Holder no ha sido el camino de rosas que le prometió su padre de pequeña, pero ella no se lo tomaba en cuenta debido a que había fallecido tiempo atrás. En un accidente en el qu...