Ajena [✓] ©

Capítulo 25

Jenne Holder

El beso de Daxell fue lento,sensual y experto.

Me hizo olvidar,pero solo por un momento,mientras el contacto duró.

Dicen que cuando estás enojado con una persona esta ocupa el 80% de tus pensamientos.

Y creo que es cierto.

El recuerdo de mis labios y los de Kyan inundaron mis pensamientos,no puede evitar compararlos,y Daxell no se merecía eso.Me aparté y me mantuve admirándolo desde la corta distancia que nos separaba.

Sin duda,era hermoso.

Pero no podía ultilizarlo.

Él mismo me había aclarado que debía decidirme por uno,y no jugar con los tres.Sin embargo,aquí estaba yo,pidiéndole en un momento de debilidad que me ayudara a olvidar al que,de alguna forma,había elegido.

Olvidando de paso,la razón principal por la que lo elegí.

Pensé en confesarlo y disculparme entre lamentos hasta que tuviera la seguridad de que Daxell comprendía, decirle que tenía plena conciencia de que estar comportándome de esa manera estaba mal, y que mi intención no era jugar a ser la reina de corazones.

Quizás es lo que debía hacer,pero no podía.

No podía sincerarme con Daxell y contarle que me había decidido,y que no había sido por él,porque hasta yo tenía dudas de mis razones.

Por ello,tenía que emplear el plan de mayor eficacia para estos momentos.

Huir.

Me levanté del lugar en un brinco y, dejándo a Dax atrás,empecé a correr, como había hecho tiempo antes para alejarme de Kyan.

«Al parecer,huir se había convertido, de pronto, en mi forma de vida»

Llegué a la cabaña y,por suerte,Grace no estaba.

No es que estuviese reteniendo impulsos de hacerle daño o algo así,pero prefería no verla, aunque fuese inevitable en algún momento.

Fatal.

Me dejé caer sobre la cama,no obstante,la paz no duró más de veinte minutos.

Ni siquiera tuve tiempo de entristecerme pensando en lo que había pasado en esta cabaña entre Grace y Kyan.

Alguien comenzó a dar toques en la puerta,obligándome a levantarme.

Recé para que no fuese nadie indeseado.

Para mí suerte,era Zarah.

—Hola —se adentró en la cabaña —.Te vine a buscar para ir a la fiesta,ya que no fuiste a las exposiciones.

—No estoy muy de ánimos —Descarté incómoda al no poder confesar la verdadera razón.

—Jenne,me pareció bastante extraño la situación de hace unas horas —se adentró en la cabaña y tomó asiento en la cama —.Y tampoco te voy a preguntar,pues pareces bastante incómoda y, posiblemente,no quieras hablar de eso.Pero es evidente que estás relacionada con Kyan.Por tu reacción cuando dije lo de "revivir viejos tiempos".No estoy segura de que ocurriese algo hoy en esta cabaña,creo que no pasó nada.Igualmente,te advierto que no vale la pena que te aflijas por él.

Su voz y expresiones al hablarme mostraba que tenía una alta seguridad de lo que decía.Tal vez porque lo conocía bien.Sin embargo,eso no cambiaba que estuviese dándome los típicos consejos para sacar del hoyo a una persona con el corazón roto.

No necesitaba un recital de superación y motivación,así que...

—Está bien —zanjé —.Iré a la fiesta.