-¡Isabella, juró que si no abres la puerta la voy a tirar!.- gritó furiosa.
-¡Hazlo si puedes!.- la retó su prima.
Ella mostró una sonrisa ladeada con algo de egocentrismo.
-Bien.
Tomó una respiración e impulsandose un poco pateo la puerta justo cerca del pomo, lo siguiente que paso fue que este se rompió y la puerta reboto contra la pared de a lado. Su prima giró el rostro sorprendida.
-La rompiste.- susurró incredula.
-Si, eso hice.
-Le diré a Charlie.- amenazó.
-Hazlo si quieres, pero tu bajaras a desayunar.- espetó Elizabeth.
-Tu no eres mi madre.- refunfuño la castaña.
-Gracias al cielo. Ahora baja.
La castaña volteó la cara mirando de nuevo atraves de la ventana.
-No.
Elizabeth giró los ojos y tomó varias respiraciones para calmarse, también contó hasta diez al derecho y al revés. Su tío dijo que tenía que ser suave con ella y tener paciencia, pero desde la primera llamada para que desayunara y le abriera la puerta Isabella no ayudaba.
Se sentó en la silla de madera que estaba a lado del sillón donde ella se encontraba y miró su perfil. Se le notaban mas sus huesos de la cara, se veía palida y demacrada, las espantosas ojeras aún se notaban, pero un poco menos, su cabello estaba descuidado y no quiso pensar hace cuantos dias no tomaba una buena ducha. No quería ser suave con ella, sabía que su tío ya había intentado hacerle entender por las buenas que él no volvería... ¿Cual era su nombre?
¿Edmon?¿Edwin?
No lo recordaba. Pero era lo de menos.
Ella estaba ahí para hacerle entender por las malas, que él no volvería. Que la dejo y ella tenía que aceptarlo.
-¿Y que se supone que haces ahí?.- cuestionó.
Bella fruncio el ceño.
-¿A que te refieres?
-Lo que escuchaste. ¿Que se supones que haces ahí sentada mirando como estupida los árboles de allá afuera?.- espetó siendo de todo, menos amable.
Bella la miró enojada, mas se guardo sus comentarios y respondió:
-Pensando.
-¿Durante una semana?.- dijo sarcástica.- Si sabes que matandote de hambre no va a hacer que Edwin regrese, ¿Verdad?
-Él va a volver.- replicó.- Lo hará por mi, porque me ama. Y se llama Edward.- corrigió mirandola mal.
-Me interesa muy poco como se llame. Haciendo esta estupidez no hará que él regrese.- Bella decidió ignorarla.
Elizabeth puso los ojos en blanco.
Que patética. Debería de darle una lección.
Negó con la cabeza alejando aquella voz y no dejando que la dominara ni un poco. No ahora. No mas.
-Si él te amara como dices no te hubiera dejado en primer lugar.- comentó molesta.
-¡Lo hizo para protegerme!.- exclamó Bella.
-¿¡Protegerte de qué!?¡Por dios! No eres una niña, ¡Reacciona, de una buena vez! Él se fue. Te dejo. No volverá, asumelo y vive con ello.- gritó perdiendo su poca paciencia.
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Monstruo.
FanfictionElizabeth Snow. Una chica con apariencia tierna y amigable. Si, lo es. Pero, también es reservada, dura y fría en ocasiones, siempre suele dar solo cierta información y se vuelve un enigma cuando no responde a ciertas cosas y solo se aleja mostrando...