Monstruo.

Capitulo 25.

-¡Oh, Tu... tu, en serio, estas demente!¡Estas loco!¡Loco!

Edward suspiró por enésima vez siguiendo a su novia fuera de la casa Cullen con Bella y Liam detrás.

-Elizabeth.

-¡Elizabeth mis ovarios!¡Ni siquiera pienses que voy a aceptar esto!¡Debes estar jodiendome!.- gritaba molesta la pelirroja.

Liam mordió su labios evitando reir ante lo primero que habia gritado su amiga, aquello siempre lo decía cuando alguien le pedía que se calmara.

-Por favor, entiendeme.

-¡No, entiendeme tu a mi, Edward! No me voy a ir a esconder mientras tu y tu familia se arriesgan por nosotras.- espetó mirando al vampiro.- Que se esconda Bella, ella sí necesita huir porque no puede defenderse por cuenta propia.

-Eso es cierto, si hay alguien mas vulnerable entre nosotros es Bella.- concordo Liam

La castaña puso los ojos en blanco aunque sabía que aquello era cierto, le molestaba escucharlo de la boca de su prima y mas aún ver como Liam pensaba lo mismo.

-Cielo, si Victoria está involucrada debo mantenerte alejada de la pelea.- musitó Edward sonando calmado, pese a los gritos de su novia.- Ella las quiere a ambas, aún no sé porque esta obsesionada contigo también, pero no me voy a arriesgar.

Aquello era algo que nadie entendía realmente, Victoria también quería a Elizabeth, pero nadie sabía porque. Liam pensaba que podría ser porque Elizabeth era ahora la novia de Edward, algo que Liam odia al creer que esa podría ser la razón, ya que Liza al estar enamorada del vampiro se convertía en el enfoque de venganza por parte de Victoria.

-Aunque me moleste admitirlo, Elizabeth tiene en parte razón.- intervino Bella.- No sería justo esconderme y dejarlos solos.

-Bella, sinceramente tu no tienes voz y voto en esto, no hay alternativa contigo, debes estar a salvo para que esa psicopata no te mate.- comentó Liza cruzandose de brazo.

La castaña miró al vampiro esperando que el dijera algo al respecto, pero este no dijo absolutamente nada, solo le dedico una mirada diciendo en silencio que la pelirroja tenía razón. Bella suspiró enojada.

-Jasper dijo que podía ser útil.- acató.

-No necesitamos tu ayuda.- aseguró Liam cruzandose de brazos.

-Ni la tuya.- agregó el vampiro mirando a su novia, quien estaba apunto de decir algo callando ante las palabras de su vampiro.- Con los lobos de nuestro lado sera fácil ganar. El resto de nosotros no tendrá mucho que hacer.

Elizabeth miró con ojos entrecerrados hacia el apuesto vampiro, quien ya estaba esperando unos nuevos gritos por parte de su berrinchuda novia y a pesar de que ella estaba que hervia de enojo le parecía sumamente adorable, pues ella hacía pucheros inconscientes e incluso pequeñas ravietas que casi hacen reir al vampiro, mas sabía que si se reía eso cabrearia mas a su pelirroja.

-Entonces, ¿Es tan arriesgado que debo esconderme?¿O tan sencillo que ustedes no harán nada?.- cuestionó su novia con una ceja en alzas, Edward sonrió de medio lado a sabiendas que ella pretendía dejarlos sin palabras, mas él ya tenía una respuesta.

-Arriesgado para ustedes, sencillo para nosotros.- finalizó caminando a su auto dejando a Bella atrás y pasando a un lado de su novia acariciando su cabeza.

Elizabeth le dedicó una mirada a su amigo, quien solo se encogió de hombros, resopló empezando a seguir a Edward, al igual que Liam, y Bella detrás de ambos con el humor en el piso. Elizabeth se puso frente a él antes de que el apuesto vampiro abriera la puerta de su Volvo.