Monstruo.

Capitulo 13.

Una semana había pasado desde la mañana en la que la decisión había sido tomada. Una semana desde que Edward casi se enfrenta a Jacob. Una semana desde Liza había sentido tanto deseo por arrancarle el cabello a su prima.

A la castaña se le había ocurrido "La brillante idea" de pedirle a Edward, que fuera él quien la transformara. Liza perdió los estribos en ese momento y le empezó a gritar que estaba loca y que no sabía que carajos decía. Estaba tan molesta con lo que su prima había dicho que estaba a nada de golpearla, quería lastimarla por ser tan poco considerada con él.

Los niños Cullen habían vuelto a la escuela dos dias despues. Elizabeth ignoraba como habían convencido al director de poder entrar de nuevo, pero eso poco le importó. Desde que ellos volvieron le pedían que se sentara con ellos a la hora del almuerzo y a Bella también, pero Liza no estaba dispuesta a aceptar.

Había decidido no relacionarse con ellos a menos que fuera estrictamente necesario, si fuera posible prefería no relacionarse con ellos hasta despues de la graduación, que sería cuando las transformarían. Despues de eso, despues de que los Cullen ya no corrieran peligro por los Vulturis, ella se iría. Forks no resultó ser lo que esperaba, creyó que encontraría tranquilidad, pero no fue así. Se iría. Tal vez a México, o a Corea.

Al llegar a la escuela el lunes por la mañana, pensó en todo lo que tenía que hacer en el día, para encontrar una excusa sin necesidad de mentir. Entonces, recordó que debía hacer una tesis para su clase de Psicología, debía ir a la biblioteca para leer algo relacionado y tener una idea mas exacta de que escribir.

Aún tenían una hora antes de su primera clase, así que cuando Bella se dirigió hacia los Cullen, quienes estaban en sus autos esperandolas, le tomó del brazo para detenerla.

-Tengo que ir a la biblioteca.- anunció.

-Haz lo que quieras, es mas divertido cuando tu no estas.- dijo con la intención de hacerla sentir mal, algo que por supuesto no funcionó.

Desde aquella noche que vio a Elizabeth recargada en el pecho de Edward siempre estaba enojada con ella. La trataba mal sin razón alguna, aunque para Bella era razón suficiente que Liza se comportara de aquella manera con Edward. Pese a que ello no tenía sentido.

-Tu y la palabra divertido no van de la mano, Bella.- espetó para despues irse sin dejarla responder.

Bella puso los ojos en blanco dirigiendose a los Cullen, no podía creer la crueldad y el descaro de su prima, aún recordaba lo que habían hablado la mañana en la que habían decidido transformarse.

-¿Que hay entre tu y Edward?.- había preguntado la castaña entrando a la habitación de Liza, detrás de ella.

Elizabeth la había mirado confundida.

-¿Que hay de qué?.- cuestionó confundida.

-No te hagas la inocente. ¿Me crees estúpida?

-Si.- respondió Liza con sinceridad.

Bella suspiró enojada.

-Notó las miraditas que le lanzas a Edward y esas sonrisitas de niña buena que no te quedan.- espetó.

Liza no entendía nada. Ella no pretendía nada con el vampiro y no recordaba haberle sonreído o mirado en algún momento pretendiendo algo mas. Supo entonces que Bella veia fantasmas donde no había.

-Quieres algo con él, ¿Cierto? Tienen algo.

-Entre él y yo no hay nada.- aseguró Liza.- Que tu creas que él volverá contigo y yo planeo "Quitartelo" es tu problema. A mí no me metas en tus demencias.