Tomó una fuerte respiración antes de bajar de la ruidosa camioneta de Bella, la cual le había sido prestada para que llegara a la casa Cullen donde Edward la estaba esperando. Debía admitir que estaba muriendose de los nervios, pese a que no sabía exactamente porqué, no era como si fuera la primera vez que estuviera con él, solo era la primera vez que estaría con él completamente a solas.
Soltó una risa baja al recordar como Charlie le pretendió dar la tipica 'Charla' cuando de algún modo terminaron a hablar de Edward y su nueva relación, la cual al principo su tío no estaba del todo de acuerdo, pero al ver que Elizabeth estaba sobrellevando bien la actitud de Bella al respecto, decidió no preocuparse mas.
Deja de ser una cobarde y sal de la maldita camioneta.
Sacudió su cabeza con molestia deseando poder darle un golpe a Frost. Tomó su mochila donde tenía un cambio de ropa, se la colgó en el hombro y cerró la puerta de la camioneta guardando las llaves en la pequeña bolsa de la mochila, se acercó a la gran casa y antes de que pudiera abrir, el apuesto vampiro ya estaba frente a ella con la puerta abierta y con una gran sonrisa en su rostro.
-Hola, cielo.- sonrió dulcemente.
Eso bastó para que Elizabeth perdiera todo tipo de nervios, sin embargo eso aceleró sus latidos por la emocion que sentía al verlo, ella le sonrió de vuelta y se acercó a abrazarlo mientras lo besaba, él le respondió sin dudar, jamas se cansaría de besarlo su labios eran tan adictivos, fríos pero dulces.
Ambos se miraron y sin decir nada se dirigieron a las escaleras subiendo en silencio, hasta que cuando solo faltaban unos cuantos escalones para llegar a la planta donde estaba la habitación de Edward, Liza se detuvo al escuchar un gruñido del mismo, se giró a encararlo con el ceño fruncido, pero éste no la miraba, sino su cuello.
-¿Que sucede?
-¿Es nuevo?.- preguntó él sin dejar de mirar su cuello.
Una de sus manos voló a su cuello sintiendo el material duro y frío bajo su tacto.
-¿Qué?¿Esto?.- preguntó confundida tocando el dije de copo de nieve del collar, el vampiro asintió.- Oh, sí. Seth me lo regalo por la graduación.
Edward fruncio mas el ceño sin dejar de mirar la figurita de copo de nieve sin decir absolutamente nada sobre el olor a perro mojado, pues eso era lo de menos en ese momento.
-¿Puedo?.- preguntó señalando el pequeño copo de nieve, Liza asintió.
El vampiro lo tomó en su palida mano, acariciando el metal de ambos lados, consciente de que su olor se quedaría impregnado en él. Liza se asustó por un momento, ya que la mas mínima presión lo haría trizas, aunque Elizabeth sabía que él sería incapaz de hacer algo así, se regaño mentalmente por siquiera pensarlo.
Edward soltó el dije con un suspiro pesado, Liza se le quedó mirando esperando a que dijera algo.
-Así que Seth Clearwater puede hacerte regalos.
No era una acusación, ni una pregunta, solo era la afirmación de un hecho. Él se veía un tanto molesto y Liza sabía porque.
-Edward...
-Este collar...- trazó un circulo alrededor del dije.- ¿Piensas llevarlo puesto mucho tiempo?
Elizabeth bajó la mirada mirando el pequeño copo de nievo, se encogió de hombros mirando de nuevo a su novio, quien entre cerró los ojos.
-Es porque no quieres herir sus sentimientos, ¿no?.- insinuó con perspicacia.- Sabes que le gustas.
-Pero él no me gusta a mí, y sí, supongo que no quiero herir sus sentimientos.- aceptó la pelirroja sintiendo un poco de lastima por el joven lobo, quien mostraba interes por ella.
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Monstruo.
FanfictionElizabeth Snow. Una chica con apariencia tierna y amigable. Si, lo es. Pero, también es reservada, dura y fría en ocasiones, siempre suele dar solo cierta información y se vuelve un enigma cuando no responde a ciertas cosas y solo se aleja mostrando...