Capitulo 18.

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-Me asustaste.

Se inclinó hacia abajo levantando su ropa. El vampiro no habló, solo la miraba esperando una respuesta a lo que había preguntado. Liza se acercó al cesto echando su ropa ahí para despues girarse y percatarse que Edward aún la miraba con ojos penetrastes, sintió su cuerpo estremeserse ante la intensidad de su mirada.

-¿Qué?.- susurró.

-No me respondiste.- anunció.- ¿Él se quedará?¿Aquí?

Elizabeth suspiró.

-Si, se quedará.

Por un segundo se arrepintió de haberlo dicho, pues su rostro se ensombrecio y su mandíbula se tenso. Sus puños se apretaron y soltó, lo que a Liza le pareció ser, un gruñido bajo.

-De ninguna manera.- espetó acercandose unos pasos a ella, quien no se movió un centímetro.

Elizabeth rió un poco.

-Si, bueno. Él no necesita de tu permiso, sino el de Charlie.- argumento.

-Él no me agrada.

Elizabeth puso los ojos en blanco.

-Vamos. Apenas lo conoces.- musitó algo divertida.

-Me bastó solo un minuto para deducir que no me agrada.

Liza resopló algo cansada de aquella situación. Si, ella se había dado cuenta de la tensión que se sintió cuando ellos se vieron las caras y apenas compartieron un par de palabras. Pero lo que no entendía, era por qué. Tal vez Liam tuvo algún pensamiento que no le agradó a Edward, aunque no quería saber aquello, a Liam no le agradaba la idea de que irrumpieran en su mente como si nada, así que no preguntaría al respecto.

-¿Porqué?

Edward apretó los labios algo avergonzado y debutativo.

-Sus pensamientos...- dejó al aire su respuesta.

-¿Que tienes sus pensamientos?.- preguntó sin darse cuenta, al pecatarse de su pregunta se retractó.- Olvidalo. No quiero saber.

Empezó a caminar hacia su cama pasando de largo al vampiro, quien la siguió con la mirada, se sentó en la orilla acomodando su almohada. El vampiro se vio curioso ante el porqué de su reticencia al saber lo que el castaño pensaba. No era malo en sí, pero era sospechoso y confuso, lo suficiente para que Edward desconfiara.

-¿No puede ir a quedar en un hotel?¿O algún otro lugar?- preguntó un tanto desesperado.- No quiero que esté cerca de ti.

Elizabeth lo miró perpleja. Edward pareció sorprenderse así mismo cuando pronunció aquella última frase, mas ya estaba dicho y no se retractaria. Liza por otro lado estaba un tanto aturdida, ¿Será que él ya le va a decir la cerdad?¿Por fin le dirá que ella es su compañera? La verdad, estaba un tanto nerviosa, varios días sospechando al respecto y nunca se le ocurrió alguna respuesta, no pensó en si aceptaría aquello o no. Justo ahora era cuando lo pensaba.

Sentía algo por él.

Pero aún estaba esa espinita de culpa al pensar en Bella. Ella no era su persona favorita, pero era su prima, su sangre. Sentía que estaba cayendo demasiado bajo al tener sentimientos por el ex de su prima, aunque esto no haya sido a propósito, ni estaba previsto. Aunque posiblemente Alice si lo había visto venir de alguna manera.

-¿Porqué?.- preguntó en un susurro mirandolo a los ojos.- ¿Porqué no quieres que esté cerca de mí?

Se puso de pie enfrentandolo, su estatura no era la adecuada para mostrarse intimidante, apenas le llegaba a los hombros al vampiro, pero no importaba pues hizo que todo su caraje se reflejara en sus ojos. El apuesto vampiro abrió su boca intentando decirlo, pero no pudo hacerlo, soltó un silencioso suspiro.

Monstruo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora