Día 5: Caricias

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Narancia había ido a visitar a Fugo a la casa en la cual estaba viviendo. No era una mansión como tal, pero sí era una casa grande y muy lujosa, con una gran pileta a la entrada, dos pisos conectados por una hermosa escalera de mármol y una piscina en el patio trasero.

La chica era feliz cuando iba a la casa de Fugo, porque podía estar más tiempo con él, y aunque no podía quedarse a pasar la noche porque Fugo se lo impedía, solía quedarse hasta tarde o hasta que Giorno enviaba un auto por ella.

Narancia llevó pastelitos que pasó a comprar de camino y una botella grande de jugo de Naranja, el verano estaba caluroso y un jugo era muy refrescante.

Al sentir la puerta, Fugo dejó de lado su libro y se paró a abrirle a Narancia

—Hola Fugo precioso—Dijo Narancia alegremente abrazándolo—Te extrañé mucho

—Narancia, llegaste más temprano

—Si, es que como hace calor quería

—Ya se, vienes a la piscina

—¡Siii!

—No entiendo cómo no usas la piscina de la mansión del jefe

—Es que no le gusta que la usen, le puso flores con su stand, por eso vengo a usar la tuya

—Ya qué, pasa

Fugo atrapó a Narancia y le dedicó una mirada coqueta.

—Pero primero mi beso—Fugo la besó suavemente— Bien,dame esa bolsa, colocaré las cosas en la nevera

—Son pastelitos de fresa, como te gustan, y un jugo

—Supongo que es de naranja

La chica asintió con la cabeza

—Bien, guardaré las cosas, por mientras ve a cambiarte a mi cuarto

—Ya tengo mi traje de baño bajo mi ropa

—Mensa, ¿Qué usarás para regresar a casa cuando tu traje esté mojado?

—Ups, no lo pensé, tendré que ir sin nada bajo mi vestido

Fugo tuvo una leve imagen mental de Narancia sin nada puesto, luego negó con la cabeza para quitar esa imagen. La razón por la que no quería que Nara se quedara en casa, era porque no quería hacerle daño, no sólo era un fiel creyente en el matrimonio gracias a la educación conservadora que tuvo, sino que también por el trauma que pasó con su ex profesor, ya que no quería hacerle lo mismo a Narancia.

Fugo cada vez que la acariciaba sentía cosas extrañas, lo que menos quería era llegar al acto sexual, no quería lastimar a Narancia, y por otro lado le tenía temor a las relaciones sexuales.

La chica ya estaba lista, llevaba puesto un bikini negro con detalles dorados en los tirantes. Corrió a abrazar a Fugo y a darle suaves caricias, pero Fugo la apartó al comenzar a excitarse levemente.

—Narancia, no. Mejor ve al agua

—Pero yo me quería bañar contigo, no es justo

—No me gusta la piscina

—¿Cómo tienes piscina y no te gusta la piscina?—Narancia se cruzó de brazos—A mi me suena como a excusa

Y claro que era una excusa, Fugo temía usar su tanga de baño y rozar piel a piel a Narancia, sabía que comenzaría a darle suaves caricias y no podría parar.

—No me insistas por favor, tengo mis razones

—Entonces me iré a casa, no es divertido bañarse sola

—Uhg, está bien Narancia, pero no te rías de mi traje de baño

Narancia se sentó al borde de la piscina con sus pies en el agua mientras esperaba a Fugo. Cuando él llegó a su lado, Nara se sonrojó al ver el cuerpo de su amado con tan solo su tanga, le recordó la vez que Trish le hizo quitarse la chaqueta, esa vez se puso un poco celosa, pero ahora sus mejillas estaban ardiendo y no sabía si era por el calor del verano o  porque el cuerpo de su novio era muy bonito para ella.

La chica se tiró al agua en bomba, dejando a Fugo salpicado y furioso, él se metió al agua molesto y comenzó a salpicar a Narancia, ella rió con el agua que le lanzaba Fugo, y su dulce risa hizo que él dejara de lado su furia y comenzara a reír también.

—Eres tan lindo cuando te ríes, ojalá los otros te oyeran, porque creen que eres amargado

—Narancia, mis risas sólo te pertenecen a ti, porque tú eres quien las causa

Narancia se acercó a Fugo y lo besó suavemente, el correspondido y tomándola de la cintura la arrastró hasta la orilla de la parte baja de la piscina, dónde comenzó a besarla y acariciarla, sin notarlo una de sus manos se fue acercando a su pecho, pero alcanzó a reaccionar y detenerse.

—No, lo siento—Dijo avergonzado, saliendo del agua

—¿No qué, por qué me evades tanto?

—Por nada, ya déjame

—¿Qué pasa, acaso no te gusta mi cuerpo?

—No es eso, eres preciosa pero...

—¿Pero qué? ¿A qué le temes?

—¡A Hacerte daño como lo hizo mi profesor!

Narancia se quedó en silencio y caminó hasta la escalera de la orilla. Tomó ambas manos de Fugo y sin decir nada, las besó y las llevo a su pecho, haciendo que sienta los latidos de su corazón.

—Narancia...

—Shh, bajo las caricias del cuerpo están las del alma, no tienes que temer, no vas a hacerme daño

—Si pero, aún no estoy listo para...

—Yo tampoco, también me da miedo hacer el delicioso, pero algún día nuestros corazones van a llamarse y no vamos a poder hacer nada

—Narancia...

—Tal vez no sea hoy, pero algún día esas caricias no van a cesar y yo se que no me vas a lastimar

Fugo abrazó a Narancia estrechamente y hizo lo que jamás había hecho frente a ella: Llorar.

—No te merezco, eres tan comprensiva—Dijo entre lágrimas sin soltar el abrazo—me da miedo, tengo mucho miedo de hacerlo

Narancia correspondió el abrazo y con una pequeña sonrisa dijo.

—No temas, no hay presión, sólo se dará cuando estemos listos los dos

—Gracias, Gracias Narancia por estar con vida y ser mi novia, gracias

—Gracias a ti por volver de la Fuga, ahora vamos a comer pastel, tengo hambre

Narancia tomó la mano de Fugo entrelazando sus dedos, y ambos entraron a la casa para disfrutar de su merienda.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora