Día 15: Canción

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Narancia quería ser cantante, era la nueva idea que se le había metido en la cabeza viendo concursos de talentos por televisión, ya que su carrera de bailarina había acabado, tenía el nuevo sueño de ser cantante famosa.

Tomó su vieja radio y mirándose al espejo comenzó a cantar una canción popular que se sabía a la perfección, y se dio cuenta que tenía una linda voz, algo que jamás había tomado en serio en su vida a pesar de que su madre y sus antiguos amigos de la infancia se lo habían dicho.

—Para ser cantante no solo necesito una linda voz, también necesito la música

Comenzó a pensar en qué hacer, pues aunque podía reconocer las notas musicales al oído, no tenía idea de partituras, le parecían muy complicadas y eso le frustraba, fue entonces que recordó que Fugo sabía leer y escribir partituras, ya que también tocaba el piano.

Tomó su celular y le marcó a Fugo, éste le arrojó buzón de voz, pues era jornada laboral para él.

Entonces la chica tomó un cuaderno, las llaves de su auto y bajó a sacarlo para ir a la casa de Fugo, ella quería ser una cantante y sabía que su novio podría componer una canción para que luego ella le haga la letra y lanzarse al estrellato.

Al llegar, tocó el timbre pero Fugo no salió a abrir. Luego tocó reiteradas veces de forma molesta y escuchó los gritos desde el interior.

—¡Narancia, ya voy cariño!

La chica sonrió y vio a Fugo con cara de preocupación mientras abría la puerta.

—Fugo, ¿Qué pasó?

—No Narancia, ¿qué te pasó a ti? No sueles interrumpir mi trabajo, ¿estás bien, no te pasó nada malo?

—Tranquilo, estoy bien—La chica dijo entrando— Solo necesito que me ayudes a hacer una canción

—¿Es eso? ¡No me asustes así! Te amo y me preocupé, más aún con las llamadas

—Perdón, es que de verdad quiero que me ayudes con esto

—Pero estoy en horario de trabajo, hay muchos dineros que administrar para las diversas ramas de la mafia y sabes que eso no es fácil, un solo error y pueden haber traidores resentidos que quieran atacar a Giorno

—Perdón, ¿te puedo esperar si quieres?

—Tengo para un largo rato, pero si quieres aprender de música en ese lapsus puedo pasarte un libro de mi biblioteca, tengo uno que enseña a leer partituras

—¿Lo harías por mi?

—Por supuesto, eres mi amada, jamás te negaría conocimiento alguno

—¡Gracias, gracias gracias!

—Bien, volveré a trabajar, pero antes, ¿Por qué quieres escribir una canción?

—Es que quiero ser cantante, descubrí que canto lindo y es mi nuevo sueño

—¿Y hasta ahora lo descubres? Tu voz es angelical—Fugo se acercó y besó a Narancia— Terminaré rápido para ayudar a mi naranjita de voz angelical a componer una bella canción

Narancia sonrió y caminó tras Fugo, una vez que él le pasó el libro de su enorme sala de biblioteca, regresó a su estudio para trabajar mientras Narancia se fue a la sala a leer el libro, en este explicaban desde lo básico como el pentagrama de escalas y la clave de sol hasta sostenido y bemoles, entre otros.

—No entiendo nada de esto, ¡Es como la matemática aaaaah!

Narancia no comprendía como esas rayas iban a ser una hermosa canción, quería llorar, no comprendía nada y su sueño de ser cantante se estaba esfumando. Se quedó durmiendo una siesta con el libro en el rostro, a la hora Fugo la encontró roncando suavemente y con el libro tirado en el piso.

—Pobrecita mi amada Naranjita, debió ser mucho para ella

Dijo Fugo mientras la miraba con dulzura, su novia era una bobita sin remedio y eso era una de las cosas que más amaba de ella. Con mucho cuidado fue a despertarla, ella se sentó lentamente mientras estiraba sus brazos.

—Aaah, perdón, me dormí

—No te preocupes, al parecer no te fue bien con el libro

—No entendí nada, perdón por ser tan tonta

—Tranquila, no es fácil, vamos al salón del segundo piso al piano

Fugo tomó a Narancia con cuidado de la cintura y la ayudó a ponerse de pie, ambos caminaron juntos hasta aquel salón donde Fugo tenía guardado su piano. Quitó la tela con la cual lo protegía del polvo, se sentó y abrió la zona de las teclas.

—¿Prefieres que yo cree la melodía o tienes algo en mente?

—Yo la canto, ya sabes así como la música sin letra y tú la haces realidad

—Bien, ¿al menos te sabes las notas musicales?

—Puedo oirlas y repetirlas, pero no sé escribirlas, ¿sirve?

—Si, vas cantando lo que imaginas y yo lo materializo a notas reales

Ambos pasaron la tarde componiendo una alegre y movida melodía a la cual Narancia le agregaría las letras. La chica cantaba un poco, Fugo lo tocaba en el piano y si les gustaba, lo anotaba en un pentagrama hasta que finalmente terminaron de componer la canción.

—Bien Narancia, terminamos de componer, ¿Qué nombre piensas ponerle?

—Bueno, pensaba que la letra hablara de un amor imposible entre una niña boba y un niño inteligente, ya sabes así como nosotros

—Narancia...

—Pero después dije, NO, Que hable del amor imposible entre una navaja boba y un tenedor inteligente

—Que tonto, eso no tiene sentido Narancia, la primera idea es mucho mejor

—Pero es que si dejo la primera idea va a ser muy obvio que la canción la hice pensando en ti

—¿Qué importa que sea obvio? Son tus sentimientos, y es algo que debes expresar, si te hace feliz cantar nuestra historia de amor, te voy a apoyar hasta el final

—Va, entonces hagamos la mejor canción de nuestra historia de amor para que nadie nunca nos vuelva a decir tóxicos otra vez

—Escribamos la letra entre ambos, así será mucho más especial, muchas parejas se dedican canciones, pero nosotros escribiremos nuestra propia canción.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora