Día 20: Holiday

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Narancia estaba feliz de ver tanta nieve fuera de la casa de Fugo, tras la navidad la tormenta paró y la chica se cambió de ropa por un atuendo calentito. Quería salir a jugar en la nieve que se acumuló en el enorme patio de la gran casa de Fugo.

Ella pasó la noche en la suave y cómoda cama de su novio, mientras que él esperó que Narancia se durmiera para ir a una habitación de huéspedes, no quería hacerle daño por lo que voluntariamente se alejó y la dejó durmiendo tranquila, pero al despertar y no ver a su amado, se vistió para bajar a jugar en la nieve.

Fugo estaba preparando el desayuno, al ser día festivo no tenía a su empleada, por lo que debía hacer sus cosas. Desde el ventanal de la cocina miraba a Narancia jugando con nieve, ella lo saludaba con la mano y luego hacía pequeñas montañas y se lanzaba sobre ellas.

Fugo negaba con la cabeza llevando una sonrisa en su rostro, Narancia estaba siendo simplemente ella misma.

Una vez que terminó de preparar su desayuno, abrió la puerta del ventanal y salió a llamar a Narancia, ella sacudió su abrigo y entró corriendo a la cocina, le gustaban mucho los desayunos que preparaba Fugo, los había comido un par de veces que se quedaba en su casa y a su gusto eran muy deliciosos.

Narancia vio en la mesa chocolate caliente con huevos revueltos, tostadas y mermelada de fresa. A ella le fascinaba todo aquello, estaba feliz y pensó por primera vez en que quería ir a vivir con Fugo para comer aquellas delicias todas las mañanas y quedarse dormida junto a su amado todas las noches.

Aquél día era festivo y lo pasaría con Fugo, él no trabajaría en Passione y ambos podrían disfrutar todo el día, pero Narancia quería pasar con Fugo todos los días, y estaba buscando el minuto preciso para preguntarle a Fugo si podía mudarse con él.

—Narancia, te noto muy callada, ¿Te sientes bien?

—Ah... No no, si estoy bien, sólo pensaba en algo

Fugo tomó asiento frente a la chica y llevó una mano a su rostro

—¿Y en qué estás pensando querida?

—Es que, quiero estar siempre contigo, no solo unos días

—¿A qué te refieres?

—Yo... quiero mudarme contigo

—Lo siento Narancia, pero yo no quisiera eso. Me gusta visitarte y que me visites, pero si vivimos juntos tal vez ya no sean especiales nuestras citas

—¡Claro que no! Si vivimos juntos serán especiales todos los días

—Pero Narancia, ¿Cómo vamos a vivir juntos? Ni siquiera estamos casados

—¡Ah si! ¿Y cómo Mista con la Giornita viven juntos?

—Es otro caso, ellos están prácticamente comprometidos y harán su boda después del cumpleaños de Giorno

—¡Qué malo eres Fugo, yo quiero estar contigo todos los días!

—Primero los estudios, somos jóvenes y aún es muy pronto para proyectarse a una vida Juntos, entiende Narancia

La chica se enojó y se paró bruscamente de la mesa, no quería seguir comiendo con alguien que al parecer no la amaba tanto como decía, pues incluso la dejó durmiendo sola la noche anterior.

—¡Eres tan desagradable! me voy a mi casa, Donde al parecer te gusta tenerme

—No Narancia... No quise ofenderte, yo

—¡Cállate! Al parecer no me amas como dices, anoche te fuiste a otra habitación, así que me voy a casa

—No puedes irte, hay mucha nieve y es peligroso, al ser festivo hay pasos cerrados

—No me importa, más peligroso eres tú, que dices que me amas pero no...

Fugo se hartó, tomó a Narancia y le dio un beso forzado, en un comienzo Narancia opuso resistencia, pero luego él fue calmando la intensidad y ella se dejó llevar, finalmente ambos terminaron disfrutando de un dulce y cálido beso.

—Narancia querida, sabes que tengo miedo

La chica sonrió y acarició un mechón del flequillo de Fugo.

—No tengas miedo, no te voy a hacer nada

—No, tengo miedo de ser yo quien te haga algo, pierdo los estribos y no quiero volver a golpearte o peor, abusar de ti, aún es muy pronto para vivir juntos

—Y sigues con eso... No me vas a lastimar, no me harás daño

—Pero ahora mismo te acabo de herir o no hubieras pensado en irte a casa

—Si, me dolió mucho que me rechazaras

Fugo abrazó a la chica y acarició su cabellera despeinada. Ella hundió su rostro en el pecho del contrario y suspiró. Ambos se quedaron así unos minutos y luego Fugo se separó tomándola de las manos.

—Nunca dudes de mi amor Nara querida, lo siento si soy un cobarde, pero...

—Shh, ya se que eres cobarde o te hubieras subido al bote

Fugo la miró con cara de pocos amigos, luego ella apretó su mano y prosiguió

—Cobarde o no, yo te amo y si aún no estás listo para que vivamos juntos lo puedo entender—La chica le dio un corto beso en sus labios—Aunque me duela, prefiero tu comodidad y felicidad antes que nada

Narancia ya estaba más calmada, Fugo tranquilo. Terminaron su desayuno y luego Narancia llevó a Fugo a jugar con ella en la nieve. Él la observaba mientras que ella se deslizaba sobre los montones de nieve.

Luego ambos hicieron un muñeco de nieve, Fugo hizo la forma del cuerpo y Narancia la cara. La chica le hizo expresión de enojo al muñeco y comenzó a reír, Fugo no entendía por qué reía tanto, pero admiraba su belleza.

—Mira Fugo, este muñeco es tu hijo jaja, enojado como tú

Fugo le estampó nieve en la cara y salió a perseguirla, Narancia corrió y siguió riendo, para ella era muy divertido y aunque a él le molestó la broma del muñeco, disfrutaba de ver a su amada reír con tantas ganas y correr tras ella, estaba viviendo todos los juegos que durante su vida se perdió por estudiar, era un día festivo perfecto para ambos, a pesar de la pequeña discusión del desayuno.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora