Día 23: Boda

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Narancia saltaba por toda su habitación con su elegante lencería que iba debajo de su vestido de novia. No hallaba la hora de que todo pasara, por lo que bailaba y saltaba en su habitación mientras Brunita, quién sería su madrina, esperaba a que llegara su vestido.

—¡Es hoy! No puedo creerlo

Gritaba mientras saltaba sobre su cama. La puerta de su habitación se abrió y entró Brunita con su vestido en sus brazos.

—Nara, bájate de ahí y ven a colocarte el vestido

Narancia cayó sentada sobre la cama y luego pegó un salto y quedó de pie al lado de su madrina.

—Bien Narancia, una vez que te pruebes el vestido te aplicaré un poco de maquillaje, dijiste que no querías peinado

—No, ¿Para qué peinado? Si de todos modos no se va a lucir con el velo en mi cabeza

—Ah Narancia, eres tan práctica

Narancia se puso el vestido con ayuda de Buccellati y luego se vio al espejo, era un hermoso vestido blanco, con falda pomposa blanca y un detalle rosa claro sobre este, una especie de segunda falda abierta al frente.

—Miramd Buccellati, parezco la princesa de los cuentos

—Y lo eres, debes creerlo

—Es que siempre estuve en la calle, luego luchaba en la mafia, jamás pensé tener algo tan bonito que siento que no lo merezco

—Claro que lo mereces, esto y mucho más, ahora ven aquí para maquillarte, Abbacchio nos está esperando abajo

—Estoy tan feliz de que sea él el que me va a entregar en el altar, y también que hayas querido ser mi madrina a pesar de que estás tan panzona

—Mi vientre no me impide ayudarte con estas cosas, pronto nacerá mi bebé y tú serás su madrina

Una vez que Buccellati terminó de maquillar a Narancia, le colocó su velo y le pasó ramillete de flores, luego ambas bajaron hasta la limusina que les había enviado Giorno. La ceremonia sería en una pequeña iglesia cercana, con pocos invitados y alta seguridad resguardando el perímetro.

Fugo por su parte estaba nervioso, la novia aún no llegaba y temía que lo hubiera plantado en el altar.

—Mista, no puede ser, ya han pasado cinco minutos del inicio y no llega

—Tranquilo Fugo, ya la conoces, la puntualidad no es su fuerte

—¿Y si se arrepintió por mis ataques de ira?

—No hables tontería, yo como tu testigo de bodas te digo que esperes, ella siempre se demora jugando en la habitación

—Eso espero, si no...

Fugo fue interrumpido por la música nupcial, Narancia había llegado de la mano de Abbacchio y estaban caminando por el pasillo hacia el altar. Fugo quedó embobado mirando a su amada, se veía radiante, preciosa, perfecta.

El velo de la chica era llevado por los pistols de Mista, y el número cinco era quien esparcía pétalos. Al ser una ceremonia privada de Passione, estaban autorizados a usar sus stand.

Al llegar al altar junto a Fugo, Narancia sonrió y tomó las manos de su amado.

Al iniciar la ceremonia Narancia estaba distraída, quería de una vez que le digan que pueden besarla.

Fugo leyó sus votos y Narancia dejó de mirar el techo para prestarle atención, se sentía feliz al oír aquellas palabras tan bellas, por otro lado estaba triste, no había hecho sus votos matrimoniales porque se le olvidó, por lo que la ceremonia prosiguió hasta que finalmente llegó la parte que tanto esperó la gente.

—Yo, Pannacotta Fugo te tomo a ti, Narancia Ghirga cómo mi esposa. Prometo serte fiel en lo próspero y adverso, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe

—¡Si a todo!

—¡Se dice acepto, tarada!

La audiencia se quedó mirando en silencio, Fugo ss aclaró la garganta y Narancia tomó la palabra.

—Yo Narancia Ghirga, te tomo a ti Pannacotta Fugo cómo mi esposo y prometo serte fiel en lo bueno y lo malo en la salud y en la enfermedad y bla bla bla hasta que la muerte nos separe

—Ah Narancia, no esperaba menos de ti, acepto

—El que se oponga es gei

—¡Narancia!

El sacerdote y el funcionario del civil se quedaron viendo mutuamente al oír a Narancia, y al notar que nadie se opuso ambos asistieron con la cabeza, y los declararon marido y mujer, y Fugo ya podía besar a la novia.

Narancia abrazó a Fugo de los hombros mientras él la afirmaba de la cintura para darle un suave beso, tras separarse todos aplaudieron, y Mista lloraba de la emoción en su banca.

Fugo cargó en sus brazos a Narancia y ambos salieron por la puerta grande de la iglesia directo a la limusina blanca con el letrero de "recién casados" y unas cuantas latas atadas atrás. En el vehículo, Narancia se acurrucó en el cuerpo de Fugo Mientras giraba de felicidad su anillo, Él simplemente la observaba más enamorado que nunca.

Se bajaron de la limusina al llegar a la zona de la fiesta posterior al matrimonio, era una pequeña terraza con vista al mar. Narancia llegó a pegarse de la mesa de bocadillos mientras que Fugo se paró en la entrada del lugar para esperar a los invitados.

La fiesta no duró mucho, pero fue muy divertida para Narancia, pues comió, bailó si valz con su esposo y otra pieza con Abbacchio y Fugo con Giorno.

Mista se puso a contar chistes e historias mientras que Buccellati estaba sentada oyendo con atención, no podía bailar pero de todos modos disfrutaba de la fiesta.

Ya al acabar la celebración, cada uno fue a casa excepto por los novios, que abordaría un vuelo para su luna de miel en un resort de lujo.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora