Día 17: Océano

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Narancia estaba muy emocionada, quería que Fugo llegue luego por ella, ya que la llevaría a pasear en yate en una cita romántica. La chica tenía todas sus cosas juntas y saltaba de la emoción, últimamente Fugo había estado muy ocupado en su trabajo y por fin tenía un día completo para ella.

Fugo llegó y al entrar vio a Narancia con muchos bolsos esperándolo. Tras darle un dulce beso, se separó de ella.

—Narancia, ¿Por qué llevas todo eso? Será solo una tarde, no son vacaciones

—Ah, que aburrido eres, yo quería vacaciones contigo, es que trabajas mucho y nunca paras

—Ya sabes que administro los bienes de una mafia entera, no puedo parar, por suerte hoy me pude tomar el día

—Es que siempre es el trabajo y no tienes tiempo para mi

—¿Qué dices? Todas las mañanas las tengo libres para poder estudiar contigo, por eso en las tardes trabajo tan duro, y vez que tengo un día libre lo paso contigo

—Que aburrido, eres un gangster, podríamos hacer lo que queramos como en los viejos tiempos

—Sabes que ahora tengo responsabilidades que en ese tiempo no tenía, soy parte de la administración y en aquel entonces solo obedecíamos a Buccellati

Narancia lo abrazó estrechamente apretando su cuerpo despacio.

—Entonces disfrutemos el tiempo que tienes, vamos de una vez, no es necesario que lleve todas esas cosas, solo el bolsito Naranja pequeño

Fugo se puso el bolso al hombro y luego tomó a Narancia en sus brazos, cargándola hasta el vehículo. A él le gustaba mucho cargar a Narancia es sus brazos, pues era tan pequeña y delgada que no pesaba mucho, y de algún modo pensaba que era algo romántico. Narancia reía alegremente mientras Fugo la cargaba, ya que también a ella le gustaba.

Dejó bajar a Narancia y ambos subieron al vehículo de Fugo, quien condujo hasta el puerto donde estacionó su vehículo y fue junto a Narancia por el yate. La chica se afirmó del brazo de su novio para subir, Fugo sabía que ella siempre solía tropezar, por lo que le ayudó a llegar arriba.

Una vez que zarparon, Narancia cogió una bebida en lata y se acercó a mirar el océano mientras la bebía. Fugo llegó a su lado y la abrazó rodeando sus delgada cintura con sus brazos, ella rió dulcemente con el tacto de su amado.

—Narancia, eres la más bella de todas

—Que lindo eres, amo cuando sacas a flote tus sentimientos y dejas de lado la ira

—Lo hago por ti, sacas lo mejor de mi y por eso mereces todo, gracias

—No Fugo, Gracias a ti, me reacataste de la calle cuando aún era una niña y me cambiaste la vida

—Hice lo que mi lógica me dictó, sacar a una indefensa niña de los basureros

—No, hiciste lo que te dictó tu corazón

—No es cierto, sabes que sólo oía a mi razón hasta antes que seamos novios, luego comencé a actuar más del alma

—Pero como sea, me salvaste la vida y me hiciste la chica más feliz, te amo tanto

—Y yo a ti, quién diría que la niña que salvé de ese callejón se convertiría en el amor de mi vida

Ambos acortaron su distancia con un dulce y apasionado beso, disfrutando del hermoso sonido del océano, al separarse, se quedaron ambos juntos afirmados de la baranda del yate mirando el océano.

Narancia jamás había visto antes lo hermoso que era, haber estado a un paso de la muerte le hizo ver la vida con otros ojos, valorando todo lo hermoso de la vida, aún más el hermoso océano.

—Oye Fugo, ¿Te contó Brunita que va a tener un bebé?

—Ella no, pero Abbacchio me lo comentó

—¿Y qué crees que va a ser?

—No lo se, pero ojalá no sea una niña, solo dan problemas

—¿Qué dices? Las niñas somos muy bonitas

—Pero dan problemas, ya ves el problema que nos dio Trish, o como en lugar de solucionar los tuyos vienes a mi llorando

—¡Oye Tonto! Me voy a enojar si sigues diciendo esas cosas tan horribles de las chicas, ¿Si no te gustan las chicas es que acaso eres gay?

—¡Yo no soy! Agh Narancia olvídalo, perdón por decir esas cosas

Fugo intentó abrazar a Narancia pero ella se cruzó de brazos y se alejó

—Narancia, de verdad lamento haberte hecho sentir mal

—Puedes ser muy listo pero a veces te portas como un idiota, pero así te quiero

Narancia esta vez se dejó abrazar por Fugo, y tras un hermoso beso de disculpas se quedaron todo el resto de la tarde abrazados contemplando la belleza del océano.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora