Fugo estaba terminando de sacar las cuentas mensuales, se había levantado más temprano de lo normal para poder terminar todo antes, pues llevaría a su prometida a dar un paseo nocturno por el puerto.
Cada vez faltaba menos para el gran día, y como ya tenían todos los preparativos de la boda listos, darían un paseo antes de la boda, de noche bajo la luz de la luna.
Cuando Fugo ya tenía listo su trabajo, dejó los papeles en una carpeta y tomó las llaves de su auto para ir a buscar a su prometida. Ella lo estaba esperando fuera de la casa, por lo que al ver a su amado llegar se subió a su vehículo y ambos partieron hasta el puerto, donde bajaron y caminaron por la orilla del mirador tomados del brazo.
—Que lindo se ve el mar cuando ya es de noche—Dijo Narancia animada—¿Por eso me trajiste?
—Narancia, dentro de poco nos vamos a casar y a vivir en pareja, por ende quisiera que nos contemos todos los secretos
—¿Cómo? Si ambos nos conocemos a la perfección
—Me refiero a aquellos secretos o malas costumbres que se adquieren para la vida cotidiana, para conocernos más
—¿Así como?
—Por ejemplo, yo me baño cada mañana y me quedo desnudo unos minutos tras secarme mientras me pongo los aretes
—¿Te pones tus aretes estando desnudo?
—Lo sé, es vergonzoso, pero creo que deberías saberlo
La chica se cruzó de brazos pensando, hasta que recordó algo.
—Bueno, yo no sé limpiar ni hacer aseo, sólo se cocinar
—Es un buen comienzo, yo puedo hacer aquellas cosas que tú no—Fugo se aclaró la garganta— Mi turno, yo no sé coser ropa ni zurcir, mis pantalones los mando a estilizar con una modista
—Yo podría ayudarte con eso, y me toca, bueno me da miedo la oscuridad
—¿Es enserio Narancia?
—Si, en la correccional juvenil me apagaban las luces las niñas más grandes y de ahí que me da miedo
—Noo mi pequeña,no te preocupes, me encargaré de instalar un generador en casa para que jamás sientas miedo otra vez
Narancia abrazó a Fugo y se puso en puntitas para alcanzar el rostro de su amado y llenarlo de besos, jamás nadie había tenido consideración con su pánico a la oscuridad, la gente solía burlarse, pero Fugo la estaba apoyando
—Bien querida, es mi turno, soy muy organizado, las cosas las ordeno por color, forma e incluso a veces por orden alfabético.
—Eso no es vergonzoso, yo ni siquiera ordenó
—Me consta que jamás ordenas, el punto es que siento que el mantener ese orden en mis cosas me aleja de los ataques de ira
—Entonces me vas a enseñar para que no te arruine tu espacio y a la vez así aprendo a ordenar
—Eres la mejor
Fugo abrazó a Narancia y besó su frente, por primera vez se sentía comprendido, la gente solía burlarse de sus métodos del orden, pero nadie había comprendido que era eso lo que a veces le generaba paz y lo alejaba de sus ataques de ira, algo tan simple como agrupar corbatas por colores o zapatos por el nombre alfabético de la marca. Sabía que Narancia era la chica indicada, ella lo aceptaba con todo y sus trastorno.
Pasaron el resto de la noche confesando cosas, como que Narancia se cambiaba de brasier día por medio, o que Fugo lavaba la ropa por color, que Narancia cocinaba con música de fondo y medía el tiempo de las duchas en canciones.
Fugo por su lado planchaba la ropa recitando el número pi y sólo sabía hacer reparaciones eléctricas, pero no de fontanería, Narancia en cambio sí podía hacer reparaciones domésticas porque cuando su madre enfermó su padre dejó de hacerlas y la mandaba a ella.
Ambos regresaron al vehículo y se quedaron allí conversando hasta el amanecer. Narancia se quedó dormida y Fugo la llevó a su casa. Al llegar, la despertó con cuidado, ella abrió sus ojos y sonrió al ver a Fugo.
—Perdón, me quedé dormida cuando estábamos hablando de la temperatura que te gusta el agua
—Tranquila querida, te traje a casa
—Gracias por aquella noche tan linda, no sabes lo hermoso que fue contarnos aquellos secretos
—Si vamos a compartir una vida juntos esos secretos debemos saberlos
—Lo mejor es que nos complementamos en todo
—En casi todo mi Naranjita, aún nos falta arreglar el problema de que te gusta el calor y a mi el frío
—¿Lo vemos otro día? Me quiero acostar a descansar
—Si gustas te acompaño, anoche no dormí
—Bueno, vamos como siempre, yo en mis cobijas y tú por arriba porque te acaloras
—Es por eso que me gusta el frío y uso agujeros, me acaloro demasiado
Ambos se tomaron de las manos y subieron en silencio las escaleras para no despertar a nadie, desde la puerta de la habitación de Giorno se oían gemidos y gritos extraños, Fugo tapó los oídos de Narancia al pasar por fuera de su puerta y luego la soltó al llegar a la habitación de la chica.
—¿Qué estaban haciendo que me tapaste los oídos?
—No deberías preocuparte por ellos, mejor descansa
Narancia se quitó los zapatos y se recostó dentro de sus cobijas en su cama, Fugo se acostó a su lado como siempre, por sobre las mantas.
La chica recordó la vez que vio a Giorno y Mista desde el bote, aquellos gemidos le hicieron recordar esa vez, podría jurar que vio a Giorno hacerle algo de adultos a Mista esa vez, pero aquello era un secreto, por lo que cerró sus ojos y se durmió tratando de olvidar aquello.
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FugoNara Tober 2020 - FugoxFem Narancia
FanfictionPequeñas historias cortas con una palabra de temática cada día, partiendo después de los sucesos de Vento Aureo y Purple Haze Feedback. 🔸Trama de "New Passione " 🔸Los personajes pueden tener familia 🔸Contiene versiones fem 🔸Puede haber contenid...