Día 8: Discusión

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Tanto Fugo como Narancia se encontraban en una cita de estudios, ella tenía un importante exámen de biología y no entendía nada, por lo que Fugo estaba comenzando a perder la paciencia.

La chica lo notó tenso, así que quiso pedir un descanso para aclarar su mente y para que Fugo se calme.

—¿Está bien si descansamos un minuto?—Dijo Narancia estirándose

—Nada de descansos, tienes un examen muy importante, no dejes esto de lado

—No es dejarlo de lado, quiero descansar un minuto nada más

—Bien, cincuenta y nueve, cincuenta y ocho...

—¡Así no!—dijo Nara molesta

—Entonces si quieres dejar de lado tus deberes

Narancia cerró el cuaderno y se cruzó de brazos, Fugo la miró molesto pero no le dijo nada. Narancia tomó la palabra.

—No pienso seguir estudiando hasta que no coma un postre, no me entra la materia con el estómago vacío

—¡A ti nunca te entra la materia!

—¿Qué quieres decir?

—Que eres tonta, nunca aprendes nada, si le enseño a la puerta aprende más rápido

—¡No soy tonta ni nada de eso! Sólo me cuesta un poco, no tengo buena base

—Eso es excusa, maldición Narancia, llevamos año y medio desde que volvimos a estudiar y no eres capaz de nada

—¿Y acaso tú eres muy capaz?

—Puedo hacer esto a ojos cerrados, pero no se trata de mi, se trata de tu futuro, quiero que termines la escuela y seas una profesional

—Si, pero no por eso tienes que gritarme y decirme tonta, y si eres tan listo como dices no deberías tratarme en menos

—Sabes que soy más listo que tú

—¿Ah si? Y si eres tan listo por qué no vas y terminas la universidad, cierto, eres un gallina que le teme a los maestr...

Fugo se ofendió y calló a Narancia con una bofetada.

—NUNCA, ¡JAMÁS! VUELVAS A MENCIONARLO

Narancia se sobó su mejilla herida, y furiosa le gritó dándole un fuerte empujón que lo tiró al piso.

—TE ODIO, ¡TERMINAMOS!

La chica recogió sus libros, los guardó en su mochila y salió corriendo de la casa de Fugo ocultando sus lágrimas.

Fugo se sentó en el suelo y comenzó a llorar aprovechando que estaba solo. Había arruinado todo por su superioridad intelectual.

Narancia se había convertido en su mundo, y ahora ella lo había dejado.

Pero lo que no se perdonaría fue haberla golpeado, todo por un impulso.

—Si la hubiese dejado descansar con un pastel o galletas nada de esto hubiera pasado

Fugo se sintió terrible, no quiso ponerse de pie, solo se quedó pensando en el tiempo que estuvo sin Narancia al no seguirlos al bote, cuando pensó que Narancia había muerto y la había perdido para siempre, ahora era mucho peor, pues la perdió por haberla lastimado cuando ella sólo había dicho la verdad.

No había seguido sus estudios universitarios por miedo.

Narancia por su parte se fue caminando de la casa de Fugo hasta la parada de autobuses. No quería conducir a casa en el estado que se encontraba porque era peligroso, así que dejó su auto ahí tirado sin importarle, ya se compraría otro, o se robaría alguno.

Tampoco quería llamar a Mista para que la recogiera porque podría preocuparlo, o podría hacerle algo a Fugo y ella pensaba que no merecía más dolor, se sentía culpable por las horribles cosas que dijo, se sentía mal por haber terminado con su amado. Pero también se sentía humillada por la bofetada y eso era lo que más le pesaba.

Narancia no quería terminar con Fugo, lo dijo sin pensarlo, a pesar de su temperamento lo amaba más que a nadie, pero ella era igual de explosiva y tenía mucho miedo de hacerlo enfadar más. El resto del camino se fue llorando, no quería que Giorno o Mista la vieran llorar en casa, temía preocuparlos y darles más problemas de los que ya tenían con la mafia de Milán.

Fugo por su parte, quedó solo en su casa, triste y con culpa.

FugoNara Tober 2020 - FugoxFem NaranciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora