Epílogo

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Llanto proveniente de la cocina, seguido por golpes en la pared y ollas cayendo al piso hicieron que SeHun rodara los ojos, mientras salía de su habitación en dirección al epicentro del desastre que su mejor amigo estaba causando.

—¿Terminaste con tu rabieta? —Cuestionó mirando fijamente a Johnny, quien tenía el rostro empapado con falsas lágrimas.

—¡No es una rabieta! —Renegó golpeando la encimera.— ¡Estoy triste de verdad!

—Ay, por favor; seguro que ya hasta planeaste una fiesta para esta noche —dijo el pelinegro negando con fingida decepción.

—¡Yah! ¡¿Tan mal concepto tienes de mí?! —Exclamó el menor con una mano sobre su pecho y una exagerada expresión de indignación; SeHun rió y negó.

—No, pero te conozco demasiado bien como para saber que te da igual si me mudo o no.

Esta vez fue el turno de Johnny de rodar los ojos.

—¿Tan apurado estás de vivir con tu novio que no te importa abandonar a tu mejor amigo? —Cuestionó el menor con los ojos vidriosos y los labios abultados.

—JunMyeon y yo llevamos un año juntos, ¿no te parece que ya es hora de tener algo más serio? —Dijo el mayor apoyándose en la isleta.

El castaño limpió el agua que había colocado en sus mejillas para simular su llanto y suspiró.

—Sí, pero... Voy a extrañarte —dijo frunciendo el ceño, esta vez conteniendo verdaderas ganas de lagrimear; SeHun, al notarlo, se acercó al menor y palmeó su espalda.

—Tranquilo, apuesto a que Ten viene más tarde y te ayuda a olvidarte de mi triste partida —le guiñó y regresó a su habitación para terminar de empacar—. Por cierto, ¿no es hora ya de que ustedes se vuelvan más formales también?

El castaño lo siguió con las manos en sus bolsillos y se encogió de hombros, desganado.

—No sé —chasqueó la lengua—; quizá terminemos pronto.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Ya ni nos vemos por lo de su contrato y... creo que sale con este chico... TaeYong —dijo torciendo los labios.

El pelinegro negó y golpeó la cabeza de su mejor amigo.

—Deja de crearte ideas locas —espetó el antiguo modelo—; habla primero con él e ignora el lado amargado de tu cerebro. No seas como JunMyeon y sus tonterías.

—Sí, no seas como JunMyeon y te consigas un novio que habla mal de él a sus espaldas —dijo el heredero de Kim-miK ingresando a la habitación con un forzado puchero en los labios.

SeHun rió y negó con la cabeza.

—Ya te había oído llegar, amor —informó volviendo a concentrarse en guardar sus cosas.

—Hyung —dijo Johnny llamando la atención del más bajo—, sé que no es necesario que le repita esto, y que Hun ya le ha pateado el trasero un par de veces; pero le advierto que si lo hace llorar, va a tener que vérselas conmigo.

El jefe de piso de la Agencia Exodus sonrió enternecido, y asintió al menor antes de sacudir su cabello en señal del cariño que había desarrollado por él en el tiempo que llevaba saliendo con su mejor amigo.

—No te preocupes, cuidaré de él —dijo solemne; el menor sonrió y asintió regresando a su porte naturalmente despreocupado.

—Yah, dejen de perder el tiempo y ayúdenme a empacar —ordenó el pelinegro entregándole una caja a cada uno.

Boceto de Sonrisas [SeHo] (Memorias 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora