Capitulo 27

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Lydia estaba junto a Ginny en la sala de menesteres, su esposo le había pedido quedarse ahí hasta que regresara.

—Es una lástima, mi pequeño acaba de cumplir 1 año y yo estoy aquí.—Lydia tenía el brazo de Ginny enredado al de ella.

—No seas una mamá sentimental.—Se burló la pelirroja.

—Cuando tengas hijos lo entenderás.—Le dio un suave pellizco haciéndola reír.

—Cada día te pareces mas a mi mamá.—Bufó sonriente.

Pronto llegó Harry junto a los gemelos, al verlas no tardó en acercarse abrazándolas a ambas.

—También te extrañé, cuatro ojos.—Sonrió la rubia acariciando la cabeza de su amigo.

—¿Cedric está seguro?—Preguntó el azabache.

—Lo está, no tienes porque preocuparte.—Besó la mejilla de Potter calmándolo.—Ahora creo que tienes otros asuntos que resolver.

Miró a su esposo y a su cuñado;—¿Qué plan tienes Harry?—Preguntó George.

—No tengo ningún plan.

—Ah, entonces improvisaremos, ¿No? ¡Me encanta!—Habló Fred yendo con su esposa para abrazarla.

Antes de que los gemelos la llevaran con ellos habían dejado a Cedric con Tonks quien partió con Teddy y Cedric para refugiarse con su madre, estaba muy preocupada por su hijo pero confiaba en que estarían a salvo, estaba tan perdida en sus pensamientos que no reaccionaba ante los llamados de su esposo o la conversación que el resto estaba teniendo.

—Lydia, ¿Te sientes bien?—Preguntó un preocupado Fred.

—Lo estoy cariño, solo espero volver pronto para ver a Cedric.—Murmuró con una sonrisa.

—Olvidé despedirme de él por lo apurado que estaba.—Hizo una mueca.—Juro que a penas termine todo esto le celebraremos una inmensa fiesta de cumpleaños con todas sus papillas favoritas.

—¿Con papilla explosiva?—Sonrió recordando uno de los tantos inventos que Fred había hecho para su hijo.

—Con papilla explosiva para bebés.—Se burló con una mirada clavada en su esposa.

La pareja se miró entre sí dispuestos a afrontar lo que sea que venga;—Voldemort está en camino, Snape ha huido. Están evacuando a los alumnos más jóvenes y van a reunirse todos en el Gran Comedor para organizarse.

—¡Vamos a presentar batalla!

Los menores se encaminaron hacia el pie de la escalera permaneciendo un pequeño grupo que consistía en Molly Weasley forcejeando con Ginny rodeadas por Lupin, Fred, Lydia, George, Bill y Fleur.

—¡No lo permitiré! Tienes que irte a casa!—Molly regañaba a su hija.—¡Solo tienes dieciséis años!

—Mamá tiene razón, Ginny. No puedes participar en esta lucha, todos los menores de edad tendrán que marcharse. Es justo que así sea.

—¡No puedo irme! ¡Toda mi familia está aquí, no soporto quedarme esperando en casa, sola sin enterarme de lo qué pasa!

—¿Estas segura de querer participar?—Fred miró a su esposa.—Puede ser peligroso para ti.

—No me subestimes.—Lydia entrecerró los ojos.

—No lo hago, pero si algo llegara a pasarte no lo soportaría.

—Tampoco soportaría perderte... Y por eso debo estar aquí.—Aseguró entrelazando sus dedos con los de su esposo.

—Quiero que te mantengas siempre a mi lado, necesito que estés bien.—Besó a la rubia con dulzura.

—Cuidare de ti en todo momento, lo prometo.—Lydia miraba preocupada a Fred.—Pero que tenemos que salir vivos de esta, por Cedric.

—Creo que ya tenemos una buena historia para contarles a nuestros nietos.—Bromeó el pelirrojo.—Una boda con mortifagos y ahora peleando por Potter, es sorprendente ¿No lo crees? Cariño.

El escucharlo era una balada para ella, su tono bromista y serio le fascinaba, realmente estaba enamorada de Fred Weasley y estaba lista para sacrificarlo todo por el. Con sigilo aprecio sus casi perfectos rasgos suspirando de amor, si abría una batalla quería enfrentarla a su lado.

—Te amo, Fred.—Sonrió para su esposo.

—También te amo.

Entonces la pareja estaba dispuesta a dar lo mejor de sí, uno junto al otro, sus difíciles años anteriores los había preparado para eso, para luchar por lo correcto con la esperanza de ver crecer a su hijo en un mundo libre de maldad o discriminación. Fred y Lydia estaban hecho el uno para el otro de eso no había duda y ahora estaban por demostrar lo que el amor verdadero era capaz de hacer.

Grindelwald |Fred Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora