Capitulo 22

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Lydia estaba observando los nuevos objetos fabricados por los gemelos, su vientre cada vez se notaba más y más.

—Lydia ten cuidado.—Advirtió Molly a la rubia.

—Estaremos bien.—Colocó sus manos en su vientre.

Molly la miró entrecerrando los ojos y luego volvió a la labor de terminar de limpiar la cocina. Lydia volteó su vista a Harry mostrándole una sonrisa de lado, al instante continuo observando a los gemelos.

—Esto es maravilloso.—Sus ojos brillaron.—¿Como se les ocurrió?

—Obviamente que mi hijo será igual que su padre.—Aseguró Fred.

—Entonces pensamos, ¿Que puede utilizar un bebé para hacer bromas?—Continuó George.

—Entonces llegó esta idea a nuestra cabeza, una línea de juguetes de broma solo para bebés.

—Sin peligro y sin ningún pañal sucio.—George sacó uno de los artefactos.

—Pueden divertirse sin recibir daño.—Fred tomó a su novia por la cintura.

—Más les vale que sea cierto o no dejare que mi bebé juegue con eso.

—Alerta de mamá sobre protectora.—Ron se burló llevando una bandeja de galletas en su mano.

Molly me dio un suave pellizco haciendo reír a la pareja;—Voy a sentarme.—Lydia besó la mejilla de Fred y se acercó a Tonks ya que se había comenzado a sentir mareada.

—¿Como te sientes?—Tonks la miró curiosa.

—Es lindo... Sin hablar de los antojos y las náuseas, dicen que pronto se me pasarán.—Acaricio su vientre sobre la ropa.

—¿Puedo?—Los ojos de la metamorfaga brillaron.

—Adelante.—Lydia le sonrió dejándola acercarse a ella.

Al principio se estremeció al sentir un nuevo contacto que no sea el de Fred, al instante Tonks río como una niña pequeña.

—Espero que tenga tus ojos, son hermosos.—La mayor tiro su cabeza a un lado enternecida.

—Claro que no.—Se cubrió el de color azul sin borrar la sonrisa de su rostro.

Tonks volvió el color de uno de sus ojos a otro, Lydia sintió su estómago revolverse al verla.

—Tengo que admitir que a ti te quedan realmente preciosos.—La rubia miró a Remus el cual caminaba sereno.

—Nos vemos pronto.—Se despidió la pareja siendo custodiados por Molly y Arthur.

Pasaron pocos minutos hasta que se escuchó un fuerte ruido, Fred puso a su novia atrás de el sacándola de la madriguera con cuidado.

—¡Yo mate a Sirius Black! ¡Yo maté a Sirius Black!—Cantaba Bellatrix.

Harry enojado corrió atrás de ella, Lydia corrió pocos centímetros atrás de el pero George la tomó con delicadeza evitándole seguir;—¡Harry!—Chilló la rubia con miedo a que algo le pase.

—¡Ginny!—Molly grito al ver a su hija ir tras Potter.

—¡Estas realmente loca!—Regañó Fred ante la imprudencia de Lydia.—Nunca vuelvas hacer algo así.

La abrazó con sus brazos temblorosos, temía perderlos la madriguera comenzó a arder, las llamas se esparcieron en el lugar, Lydia se abrazó de Fred intentando calmarlo. A los pocos minutos Harry regreso observando aterrado el hogar de los Weasley.

—¡Fred, George!—Lydia llamó a ambos.

Los gemelos empezaron a lanzar hechizos para mantener la casa firme, Ron y Ginny por su parte intentaban bajar las llamas.

—Harry.—Lydia se acercó a darle un abrazo.

—Lo siento Lydia.—Murmuró.

* * *

La mayor parte de la madriguera había sigo restaurada, la agitada familia Weasley acepto la estancia ofrecida por Lydia.

—Lo siento, no tenemos muchos cuartos.—Murmuró apenada.—Ron, Harry y George...

—Podemos dormir en la sala.—Habló George.—No te preocupes por nosotros.

Los otros dos asintieron mirándola con cariño, Lydia ante los ojos de los demás era la persona más gentil que podrían conocer.

—Arthur, Molly.—Lydia miró a sus suegros.—Pueden dormir en el cuarto de huéspedes.

—Ginny puede ocupar la habitación del bebé.—Explicó Fred.

—Solo tenemos que llevar unas almohadas, es más cómodo de lo que parece.—Aseguró Lydia a su cuñada.

Cada uno fue a su lugar asignado, Fred se había mantenido todo el tiempo junto a su novia, no quería soltarla.

—¿Puedes dejar de observarme y dormir? Ya es más de media noche.—Murmuró entre la oscura habitación.

—Amo ver tu rostro, no te quejes.—Sonrió abrazando a su novia.—Te amo.

—También te amo, Fred.—Besó la frente del pelirrojo dejándolo así dormir con tranquilidad.

Grindelwald |Fred Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora