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Las gotas de lluvia golpeaban la ventana, retumbando en la habitación y algún que otro trueno iluminaba ocasionalmente en la oscuridad

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Las gotas de lluvia golpeaban la ventana, retumbando en la habitación y algún que otro trueno iluminaba ocasionalmente en la oscuridad. En la gran cama sobraba espacio, pues dos personas se mantenían unidas en un abrazo, si dejar espacio entre ellos.

— ¿está, no es la primera vez que solo nos acostamos y ya? — comentó risueño viendo como el pelirojo jugaba con los dedos de sus manos entrelazadas.

—Well, it's hard to resist you  [bueno, es difícil resistirse a tí] — respondió, hundiendo su rostro en el cuello del albiceleste al cual abrazaba por la espalda. Su pelo rebelde, rozó las mejillas de Argentina dándole picazón, e inevitablemente se frotó contra el, esperando borrar la sensación.

— hey… ¿Estás bien? — algo preocupado, tomó el brazo que lo envolvía en el abrazo y lo apretó contra su pecho. Hoy cuando había llegado, Canadá parecía tener lo ojos hinchados y la pregunta lo había seguido hasta ahora ¿Que le sucedió?

Los músculos de Canadá se tensaron, pero volvieron a relajarse ante las caricias de Argentina. Le encantaba como podía calmarlo con solo sus manos, pero la imagen de su día lo hacían querer volver a llorar.

— Today... someone came who I hadn't seen in a while [hoy… vino alguien que no veía hace tiempo] — murmuró, recordando cómo su ex novio había aparecido en su puerta en el día. Le desagradaba que aún así, una parte de él estuvo feliz de que apareciera para verlo.

—¿Alguien que te hizo mal? — devolvió en un susurró Argentina, tratando de especular quien era. Talvez, sí le causó daño, después de todo ¿quién llora por ver a alguien después de un tiempo? Bueno, si lo extrañaba mucho también.

—No... well yes, a lot... may I ask you a question? [No… bueno sí, mucho ¿Puedo hacerte una pregunta?] — sintió a Argentina revolverse, girando para quedar cara a cara con él. Le dió un pequeño sonido afirmativo en respuesta, dándole pase a continuar —How was your first date? Okay if you don't want to answer [¿Cómo fue tu primer noviazgo?  Está bien si no quieres contestar]  —dijo rápidamente, luego de ver cómo el ceño se le fruncía.

— no, está bien. Bueno, no se, creo fue ¿Normal? Algo dramático — río entre dientes al recordar su juventud — fue muy feliz, pero también di demasiado de mí y cometí muchos errores que no puedo corregir y que prometí no volver a cometer. Creo que por eso estoy ahora acá — bromeó aunque su mirada entristecida no pasó de largo para Canadá, quién ahora pensaba que no debió preguntar. En una especie de consuelo, movió su brazo hasta que su mano se detuvo en su cadera, sosteniendo con sus dedos y frotaba con su pulgar parte del vientre.
Argentina también movió sus manos, en dirección a el rostro, delineando con sus dedos el contorno de sus ojos, admirando el color celeste claro y puro que era su iris.

Juntando sus frente solo para poder expresar sus sentimientos, ambos eran un asco para hablar. Solo querían dormir y que ese día acabase en los cálidos brazos del otro.

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— Sono stufo della Spagna, conosci la vergogna che provo a tenere il Messico davanti agli altri?  È una ragazza, è ovvio che non è mia figlia! [estoy arto España ¿Sabes siquiera la vergüenza que siento al sostener a México frente a los demás? ¡Es una niña, es obvio que no es mí hija!] — con molestia, bebía de su copa, mientras charlaba con su tranquilo esposo. España solo siguió revisando las hojas frente a él, ignorando la indignación de Italia.

— solo ignoralos y continúa Italia. No puedes hacer nada, de todas maneras — aconsejó aceptando la copa que se le era ofrecida por su esposo.

—¡ha!  dannazione se non avessi incasinato quel tuo amante niente di tutto questo sarebbe successo [¡ha! maldición, si no te hubieras metido con esa amante tuya, nada de esto estaría sucediendo] — se mofo con desdén, si su esposo no hubiera embarazo a una de sus amantes nada de toda esa vergüenza le estaría sucediendo.

— ya te he dicho que no es una amante y fue un descuido — informó con desagrado, luego de escuchar las constantes acusación. Él no era tan imbécil como para tener un amante y no cuidarse debidamente.

Detrás de la puerta, el infante escuchaba el débil sonido de la conversación, sabía que lo que decían estaba mal, su amigo le había dicho que su mamá tenía un amante y que era alguien malo, porque había separado a su familia. Entonces ¿Que tenía que ver su hermanita? Era una bebé, apenas estaba aprendiendo a pronunciar su nombre, ella no puede conocer a alguien malo.

Otra vez miró su dibujo, su obra de arte, su familia. Y tocando la puerta entró dispuesto a presumir de él. Porque si sus papás no estaban peleando, entonces no pasaba nada importante.




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