Narrador anónimo:
Martha abrió la puerta de la habitación de golpe, entró con paso decidido. Ya se había vestido con unas mayas piratas negras, una camisa larga a cuadros rojos y blancos y unas botas negras. Su pelo era liso y largo, de color castaño oscuro con mechas rubias en las puntas. Siempre llevaba en el pelo un pañuelo de esos pequeños que se colocan en el pelo a modo de cinta.
Cruzó la estancia y subió la persiana de un golpe. Los rayos de sol dieron a los dos chicos en plena cara.Martha: ¡Arriba, arriba! Hay muchas cosas que hacer y vamos a aprovechar el día.
Maxi: ¿Que hora es?. -dijo con voz ronca-
Martha: Las siete y media.
Maxi: Vete a la mierda.
Martha: Eso es lo que quiero, hay que limpiar la caseta de Mulán, mi vaca. Y vosotros tenéis que hacer unos trabajillos que os voy a pedir. -Maxi se tapó la cabeza con la almohada.-
La muchacha, al darse cuenta de que nadie le hacía caso fue por las camas quitándoles las mantas.
Martha: Si no os levantáis os traeré las cacas de Aquiles a la cama, y lo digo enserio. -los dos se incorporaron.-
Agus: Vale, vale, nos levantamos -ella sonrió orgullosa.-
Martha: Perfecto, os doy quince minutos, si no estáis abajo en ese tiempo subiré de propio y entraré sin llamar a la puerta, me dará igual ver cosas que no debería ver, eso es problema vuestro. -y salió de la habitación.-
Los dos se empezaron a vestir.
Martha bajó y cogió de la nevera una botella de leche. En una hoya la vertió por la mitad y encendió un fuego para calentarla. Después, llenó tres vasos y, junto con un bote de ColaCao, otro de café y otro de azúcar, los dejó encima de la mesa de la cocina.
Justo cuando iba a subir a avisar a los chicos, estos bajaron por las escaleras, con unas caras de sueño a más no poder.Agus: ¿Dónde está el baño? Luego iré a cepillarme los dientes.
Martha: Es la puerta que está enfrente de vuestra habitación. En la mesa tenéis el desayuno. -los dos se dirigieron hacia allí.-
Maxi: ¿Solo un poco de leche?
Martha: Haber bajado y haberte preparado tú el desayuno, Jack.
Maxi: Y dale, que me llamo Maxi.
Martha: Eso. -se sentaron los dos-
Agus: ¿Y porque nos levantamos tan pronto?
Martha: Porque el día hay que aprovecharlo, la mañana no se puede tirar durmiendo hasta la una del mediodía, se pueden hacer muchísimas cosas si te acostumbras a madrugar.
Agus: ¿Pero hace falta madrugar tanto?
Martha: Ala, no seáis nenazas, vamos a hacer muchas cosas, nos lo pasaremos bien.
Maxi: Oh, si, que bien me lo paso. -Miriam le sacó la lengua.-
Martha: Anda, cállate gorrilla. -tardaron unos diez minutos en acabar de desayunar.- Bueno, subir a vestiros, asearos y hacer lo que queráis, pero os doy media hora, os espero fuera, en la parte de delante de la casa. -se levantó de la mesa y se dirigió allí.-
Tardaron un poco más de media hora en llegar a la entrada. Agus bostezó.
Martha: Muy bien, vamos a hacer cada uno una cosa ¿Vale? -los demás asintieron- ¿Alguno de vosotros sabe pescar?
Agus: Yo sé, de pequeño iba con mi padre.
Martha: Uy, que bien me vienes. Ahora te llevaré al río y te pones a pescar, ¿si? -asintieron- Jack, tu irás a coger los huevos de las gallinas.
Maxi: Maxi, ME... LLAMO... MAXI!
Martha: Jolín, pues eso Maxi. -miró a los demás- ¡En marcha! esperar aquí un momento. -Martha entró en la casa y cinco minutos después salió con un maletín, una caña de pescar y una cesta de mimbre. A Agus le dio la caña y el maletín, que contenía los anzuelos y los gusanos. A Maxi le dió una cesta. Ella se colgó una bolsa de tela al hombro.
Martha: Vamonos. -les guió por un camino. Al poco rato se pararon porque llegaron a un corral bastante grande, las gallinas correteaban dentro. Al fondo había unas casitas pequeñas de madera.- Mira gorrilla, en esas casetas de allí las gallinas incuban los huevos. De cada nido tienes que cogerlos todos pero solo dejar uno ¿Vale?
Maxi: Está bien. -Maxi entró en el corral.-
Martha: Si sales, acuerdate de cerrar bien la puerta, que como se salgan las gallinas las vas a buscar de propio por todo el bosque.
Maxi: Que sí, ya lo pillo. -Martha sonrió.-
Martha: Muy bien -siguieron andando y, al final del camino, llegaron a un río muy bonito.-
Martha: Si lo seguís hasta el final, acaba en un lago precioso, allí hay muchos peces, pero cuidado no te caigas y acuerdate de el camino ¿Vale?
Agus: Wow, esto es precioso.
Martha: Me alegro de que te guste. Bueno, yo voy a coger setas cerca de donde está el gallinero, es el único sitio del bosquedonde crecen robellones. Luego nos vemos. -Agus se encaminó al lago del final del río y Martha fue a coger las setas que planeaba hacer para comer.-
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Las estrellas no son de campo
Fanfiction¿Que pasaría si un día estas grandes estrellas musicales terminan en medio del campo, sin saber que hacer? Pues solo si os quedais podréis saber porque terminan ahí y que hacen. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ - Todos los derechos reservados© 🚫NO SE...