Capítulo XLVI

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Narra Martha:

Cuando me iba hacia el bosque, vi que el cubo pesaba mucho y era incómodo de llevar. Volví corriendo y lo cambié por una bolsa de tela que me puse cruzada por el hombro. Ya lista, volví a los árboles y me interné allá, atenta a cualquier movimiento.
Me giré deprisa y disparé de la pistola, la cual disparó un potente chorro de agua.

Martha: ¿Te creías tan listo para mi, gorrilla? -no le dio tiempo a reaccionar y me fui corriendo. Oí sus pasos tras de mi. Aceleré mi carrera y cuando lo perdí de vista, me subí a un árbol, para ocultarme.-

Me senté en una rama, esperando a que pasase alguien por debajo para mojarle. Pero oí una voz justo detrás mía.

Agus: Mala idea, morena. -me giré y en ese momento me cayó un chorro de agua encima.-

Martha: Serás... -me di prisa y comencé a bajar las ramas. Agus hizo lo mismo.-

Caí al suelo de un salto y me di la vuelta, tirándole a él un globo de agua. Él hizo otro tanto, por lo que un gran globo morado me cayó encima. Me reí y volví a correr. Pero yo tenía ventaja: Conocía este bosque como la palma de mi mano. Hice un esfuerzo y me metí por una fila de árboles muy junta.
Conseguí despistar a Agus y me paré a respirar.
Pero no duró mucho tiempo mi pausa, porque un globo de agua me cayó desde arriba en la cabeza. Grité del susto y miré hacia arriba.

Maxi: Vos no sos la única que sabe escalar árboles, guapa. -dijo riéndo.-

Martha: ¡Te mataré, gorrilla! ¡Ya verás! -dije riéndome yo también. Y me eché a correr, completamente empapada.-

En el momento de mi huida, alguien me agarró y me subió a un árbol. Yo grité del susto.

Agus: Como vuelvas a gritar así va a descubrir donde estamos. -yo le apunté con la pistola, desconfiada.- hey, que yo voy contigo.

Martha: ¿A sí?

Agus: No es justo que vayas sola -dijo encogiéndose de hombros.-

Martha: Tú y tu corazón de oro -le dije sonriendo. Él también sonrió, pero enseguida miró hacia abajo, cuando pasaba Maxi corriendo. Se paró justo debajo de nosotros.- corre, le tenemos a huevo -le susurré.-

Agus: Espera, mira -sacó un globo enorme de debajo de su camiseta.-

Martha: Madre mía, le vas a matar con eso -dije asombrada.-

Agus: Lo guardo para él -dijo riendo.- ¿Quieres hacer los honores?

Martha: Un placer -me dio el globo y apunté bien. Lo dejé resbalar por mis manos.-

Maxi: ¡¡Ah!! ¡Joder! ¡Que susto boludos! ¡Os mato! ¡Me habéis empapado! -dijo mirando a su alrededor.-

Martha: ¡Te dije que me vengaría, gorrilla! -grité desde arriba. Él alzó la cabeza.-

Maxi: ¡Te vas a enterar! -dijo riendo. Miró a mi lado y vio a Agus.- ¿Vas con ella?

Agus: Tiene buena puntería -dijo sonriendo. Yo me reí.-

Maxi: Ahora veréis. -empezó a escalar el árbol pero Agus le tiró otro globo y Maxi se cayó al suelo.-

Martha: Da igual que intentes subir, te vamos a estar tirando globos -Agus y yo nos reímos.-

Maxi miró detrás y se echó a correr. Agus y yo chocamos las palmas.

Las estrellas no son de campo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora