Las estrellas no son de campo

Capítulo XXXIV

Narrador anónimo:

El sonido de la guitarra llenaba la casa. Dos voces acompañaban el instrumento. Una femenina, la otra, masculina. Dos personas que eran como hermanos, que se llevaban genial. Otra persona, sentada en el sofá, escuchaban esa nueva canción. Todos eran una familia.
Las notas tocaron a su fin.

Martha: ¿Que? ¿Te gusta?

Agus: Nos ha costado mucho hacer la letra con las notas que daba.

Martha: Pero es bien chula.

Maxi: ¿La habéis escrito vosotros?

Martha: Agus a hecho los acordes de guitarra y los dos la letra.

Maxi: Es perfecta. ¿Como se llama?

Agus: Tu y yo.

Maxi: Como sigáis haciendo canciones así, en el próximo disco a las fans les da algo -rieron.-

Martha: Tú aun me debes una canción, que no se te olvide.

Maxi: Estoy en ello. -se sonrieron.-

Martha: Bueno, ¿y que os apetece hacer esta tarde? -los dos pensaron.-

Agus: No sé, danos opciones.

Martha: Lago, música, pueblo, montar a caballo...

Agus: ¡Montar a caballo! Por favor, siempre he querido aprender. -le sonreí.-

Martha: Vale, negrito. Y Maxi, ¿te apuntas?

Maxi: Mientras no me caiga, si -rió. Los dos estuvieron de acuerdo.-

Martha: Bien. pues vamos.

Martha les explicó unas cosas básicas: aprender a ir a la derecha y a la izquierda, parar, andar, correr... y Aquiles cumplía esas ordenes con elegancia, sin reproches.
Es estos momentos, Agus montaba en el animal, en círculos, bajo la supervisión de su amiga.

Martha: ¡Muy bien! ¡Sigue así! ¡Gira a la izquierda! ¡Cuidado ese árbol! ¡Bien! -la chica le iba diciendo todo a Agus. Se le daba bien montar a caballo. Faltaba montar Maxi.- ¡Agus! ¡Vuelve ya! ¡Que si no te perderás! -el caballo volvió galopando, con el muchacho en el lomo.-

Agus: ¡Increíble! -dijo mientras desmontaba- ¡Otra vez! ¡Por favor!. -Martha sonrió.-

Martha: Primero que monte Maxi, luego puedes montar otra vez.

Agus:  Bien. -dijo sonriendo.-

Martha: ¿Que pase el siguiente?

Maxi: Yo -dijo inmediatamente.- pero... yo no sé si me atrevo solo, ¿Podrías montar conmigo para enseñarme? -le guiñó un ojo.-

Martha: Que bobo eres. Anda, sube. -Maxi subió al animal y Martha subió detrás.-

Agus les miró con complicidad.

Agus: Yo... voy a... esto... Em... Merendar, que tengo hambre -y se fue-

Martha: ¿Que le pasa?

Maxi: Ni idea.

Martha: No te creo, tú lo sabes.

Maxi: Que bonito día hace hoy ¿Eh? No hay nubes...

Martha: No, por favor, ya me dijo eso Agus una vez, no sabéis mentir, me has dicho exactamente lo mismo que él cuando se le escapó una cosa.

Maxi: ¿El qué?

Martha: Anda, déjalo, vamos a montar.

Maxi: Enséñame. -Martha le explicó unas cosas básicas.-

Martha: Venga, anda.

Maxi: Tal vez estaría más seguro si alguien me agarrase, por si me caigo... -Martha puso los ojos en blanco y le pasó las manos por la cintura.-

Martha: ¿Mejor?

Maxi: Mucho -instó a Aquiles a que andara y ambos emprendieron un paseo muy agradable.-