El rey león.

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18-10-2020

Querido Fabi:

Rememoro la fecha en que nos conocimos, apenas tenía 20 días de nacido en tu calendario,
y tú tan solo eras un mocoso que empezaba la secundaria.
¡Cómo ha recorrido el reloj!,pero ya el viaje luminiscente está llegando a su final así que resumiré lo más posible.

...

Te dedico a ti estás últimas prosas de mi vida.
El impredecible destino me abordó y no me permitió despedirme en ley, así que espero saldar una pequeña parte de mi deuda en esta carta.
Empezaré con las excusas por todo los inconvenientes y contratiempos que te causé.

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Disculpa por la infinidad de veces que apareció pipí en tu cuarto, veía tan curiosas y llamativas las esquinas de tu cama y la maldad de las bromas me nublaba la cordura.
Perdón por las pantuflas y los auriculares que en Febrero pasado te destrocé, juro que me ofendían incesantemente con su presencia, no aguanté más y los silencié profesionalmente.

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Me disculpo por los conciertos noctámbulos que comandé con mis grotescos ladridos.
La orquesta musical del barrio necesitaba un buen líder,
como el que criaste.
Lamento las bolas de pelo que en la casa transitaban como rodamundos de los desiertos,
no era mi intención despojarme de tan hermoso pelaje café tantas veces al año.

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Lo siento por esas tardes de tormentas que me aterrorizaban como un desquiciado, tus brazos me ayudaron a temerle un poco menos a los rayos de luz lanzados desde los cielos, estruendoso y prepotentes.
Me justifico de mis comportamientos irracionales ante los desconocidos,
juré proteger lo que más amaba hasta el fin de mis días, la confianza nunca fue mi mayor virtud.

...

Me avergüenzo por las veces que te desperté en las madrugadas a lengüetazos, tan solo quería jugar,
atención,
cariño,
que me miraras como solo tú sabías hacer,
con alegría,
ilusión,
con amor.

...

Gracias por llevarme la comida todas las tardes a casa de tía cuando mamá no estaba, nunca sufrí de hambre en esas semanas gracias ti.
Gracias por las veces que dormí en tu habitación,
la soledad jamás fue una gran amiga.
Me gustaba estar a tu lado a todas horas,
en el portal, en la sala, en las mesas de dominó con tus amigos y los sábados de pizza en familia.
Siempre deseé ser tu ángel de la guarda.

...

Agradezco por todas las caricias diarias que me obsequiabas,
las cosquillas de la panza que tanto adoraba,
los juegos con la pelota,
los trucos con la comida.

...

Nunca olvidaré los días en que no te separabas de mí cuando enfermé,
en cada minuto,
en cada instante,
siempre a mi lado,
hasta te quedaste dormido vigilándome.

...

Extrañaré los dulces que me dabas cuando te molestaba mucho,
como si fuera un cachorro de meses,
disfrutaba verte enojar,
me reía a carcajadas y mi cola no lo disimulaba.

...

Recordaré con amor los paseos mañaneros al parque y a la plaza, las fotos que nos tomamos,
los abrazos jubilosos que recibía cuando llegabas de la escuela,
las estadías crepusculares que observamos juntos en todo el verano.

...

Dile a Madrina Mayda que gracias por sus comidas,
fueron las mejores que había probado en mucho tiempo, extrañaré los mimos de mamá Lyance,
sus locuras y su melódica voz,
los huesitos que los vecinos me traían.
Agradece de mi parte a papá por la educación que me dió y los modales que me enseñó.
Gracias a ellos nunca nada me faltó.

...

Fue un orgullo poder verte graduado,
te vi crecer por 7 años mientras te ayudaba en exposiciones y te apoyaba en tus noches de estudio, te custodié tus bajones y borracheras,
celebré los triunfos junto a ti, sé que lo hice bien y eso me da tranquilidad.

...

Extrañaré recibirte en la puerta los días de lluvia,
las salidas en cuarentena para que Madrina no se enfadara,
los besos de buenas noches y los sobrenombres que me decías.

...

Prométeme que cuidaras mí peluche y mi platico de comida, y más importante...
Prométeme que nunca te olvidarás de mí.
No quiero que te sientas triste por mi partida,
nunca me separaré de ti.
Se me acaba el tiempo para seguir redactando, me están reclamando.
Hay muchos gatos en el cielo que debo molestar, y muchos panqueques que comer. Nunca cambies.

Te quiere, tu hermano...

Simba

Comentarios del autor:

No he escrito en más de 4 meses y sinceramente no pensé que volvería a escribir. Hoy, ha sido un día bastante difícil pues lamenté la pérdida de mi perrito a causa de un accidente, llevaba prácticamente desde que nació conmigo y ha sido verdaderamente un momento muy duro y no encontré mejor manera que desahogarme escribiendo y aquí lo tienen

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