Dolió, más de lo que pensaba.
Quizás fue sin intención,
pero mató.
...
Las heridas más profundas y punzantes nacen de la inconsciencia.
Pensé que jugando limpio con Dios las cosas saldrían mejor.
Él hizo trampa... y perdí la partida.
...
Te di todo de mí:
Los segundos y estaciones,
los versos y caminatas,
los insomnios y pensamientos.
¿Qué más podías pedir?
Conmigo lo tenías todo... y contigo nada es suficiente.
...
Era tuyo.
Fui tu soldado en una guerra perdida antes del inicio, y no tuve miedo al luchar.
El pirómano que trataba de derretir los polos de tu alma y cuerpo... sin temor a quedar congelado.
Fui el jardinero que trató de reanimar aquella rosa casi marchita,
rota,
descuidada.
Es cierto que lo resquebrajado y resentido daña más fuerte.
...
¿Y cómo terminé?
Con el corazón muerto,
el cerebro gélido,
y el alma llena de espinas.
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Motivos de Sombras
PuisiEn la penumbra del alma rota, donde los versos oxigenan el cuerpo, nacen los motivos de sombras. La tinta llora sobre el papel, buscando aliviar el dolor. Reflejos y sombras bailan al compás del latido perdido. No hay color, solo emociones arraigada...
