Alejandro un niño callado, bajito con piel blanca, cabello negro y ojos azules oscuro. Bastante más tímido que los otros con solo dos amigos igual o un poco menos diría el de antisociales que el Miguel Ángel y Rubén dos niños igual de frikis que el los tres compartían el gusto por los vídeo juegos y varias cosas en si los tres eran bastantes solitarios, pero venimos a hablar de Alejandro.
El pequeño Alejandro nació con esa enfermedad tan rara y poco conocida tan poco conocida era que muchos doctores no sabían ni de su existencia así que tampoco sabían el como tratarla. Al encontrar un doctor que si sabía sobre el tema después de ir con miles y miles de doctores que terminaban impresionados y sin saber que hacer al hacer una radiografía y notar que efectivamente en su estómago había flores, más exactos dalias, dalias malvas, unas hermosas flores que estaban obstruyendo varios órganos al pequeño Alex y si bien no las querían ni tocar por miedo a que le pasará algo al niño sabían que el no podría vivir así, vivir con dificultades para respirar, enfermarse podría ser la muerte pero algo que no podían evitar era lo que en verdad podría causarle la muerte y eso era lo más simple y complicado del mundo, lo que mucha gente sentía no encontrar y lo terminaban hayando en la persona más inesperada. El amor, Alejandro un chiquillo que no tenía la culpa de haber nacido así no podría amar ya que eso lo mataría experimentar emociones fuertes como el amor lo matarían y si bien el podría operarse el no sentiría jamás lo que es estar enamorado, la sensación de mariposas en el estómago, el pensar solo en esa persona, suspiros que solo el o ella te sacarían al pensar en compa sería estar juntos. Si bien enamorar no lo mataría como tal si no el rechazo de ese amor Alexby decidió que viviría así, odiaba el tener que esconderse cuando tenía que vomitar los pétalos de la hermosa flor que terminó teniendo le un profundo odio, solo sabía de la enfermedad su madre y el doctor que lo atendía, ni siquiera sus amigos se la infancia como Miguel Ángel y Rubén apodados ahora como Mangel y Rubius lo sabían nadie más sabía de esa extraña enfermedad que tenía si bien quisiera contarles algo que también odiaba era la lastima, sabía que sus amigos sentirían lastima por el pequeño Alex, que pena pobre Alex, odiaba eso, prefería que no se enteraran y que si iba a morir por enamorarse mínimo se abría enamorado habria descubierto lo que era el amor.
El siempre escondió bien el secreto que guardaba con mucha cautela eso creía hasta que en su segundo año de secundaria una mañana de invierno bastante fría en la que solo se podía ver algunos rayos de sol asomándose entre las nubes grises que ocultaban casi es su totalidad al sol, se había retirado al "baño" como siempre decía como excusa para poder salir a algún lugar para desechar los pétalos de la bella (horrible) flor, había un sitio al que ni las inspectoras iban a esa hora detrás de la escuela donde se encontraba un gran árbol verde y frondoso, ahí decidió vomitar pero no se dió cuenta de que había una chica, más baja que el de cabello castaño claro trenzado con el uniforme de la escuela puesto y una bufanda que tapaba su cuello del frío de esa mañana, ahí detrás del árbol, que vio como salían de su boca algunos pétalos de una flor del cual no sabía su nombre pero le parecía muy bonitos hasta que noto que algunos estaban tintados ligeramente de sangre se quedó estática y cuando el pequeño Alex noto su presencia se quedó igual que ella solo que el tenía una cara de miedo mientras ella tenía una de gran sorpresa.
ーPor favor no se lo digas a nadieーDijo Alexby de forma rápida y desesperada era la primera vez que alguien lo veía vomitando sabía que sería el hazme reír de la escuela si el rumor se llegaba a extender.
ーTu...tienes hanahaki...ーDijo la chica de cabello café a la cual Alexby identifico como una chica de segundo año al igual que elーY-yo también tengo...ーAl decir eso Alexby se quedó boquiabierto para que comprobara la chica le señalo atrás del árbol donde ella estaba hace unos minutos mostrándole unos pétalos de un brillante amarillo con un pequeño toque carmín el que supuso era sangreーSon crisantemos amarillosーDijo ella en voz bajaーMi nombre es Amidala del 2°D¿Cuál es la flor que tienes tu?ーAmidala dijo eso último con un toque más de confianza en sus palabras.
ーWow no pensé que hubiera alguien más como yoーAlex no lo podía creer estaba muy sorprendido de descubrir que alguien más pasaba por lo mismo que el, alguien que entendía su dolorーMi nombre es Alejandro del 2°A puedes decirme Alexby y la flor que tengo es dalia malvaーDijo con un toque de alegría apesar que del que hablaban era de la flor que los mataba por dentro.
ーAla! Con que así se llama los pétalos se ven muy bonitosーDijo Amidala con una sonrisa cálida, en verdad le parecían muy bonitos los pétalos que tanto odiaba AlexーOye...crees que...la operación para quitarte las flores sea segura?ーDijo en un tono bajo la chica.
ーTe seré sincero...la verdad no lo sé, en verdad quisiera hacerme la cirugía y poder liberarme de ellas pero no lo sé a mi me da miedoーAl terminar de decir eso se sentó en el árbol contemplando la fría mañana de ese cruel invierno.
Ella lo imitó sentándose junto a elーMe gusta una chicaーsoltó derrapente, Alexby volteo a verla y noto que sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas, no dijo nada sabía que ella iba a continuarーMe voy a quitar las flores porque se que a ella le gusta alguien más....
Dos semanas después anunciaron la muerte la estudiante Amidala del 2°D al parecer se había sometido a una operación de la cual solo se dijo que era peligrosa y que no había esperanza que sobreviviera lo cual no pudo sobrevivir.
Alexby unos días atrás había hablado con Amidala quien le había contado que se declaró y fue rechazada por lo cual había decidido someterse a esa peligrosa operación.
Esa fue la última vez que Alexby hoyo hablar de esa chica tan alegre y simpática que había conocido una fría mañana de invierno.
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