Capítulo 23

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Percy Jackson había huido con miedo de lastimar a alguien más, se interno en el bosque, esperando encontrar al menos un lugar para pasar la noche.

Durmió bajo un árbol.

Jason apareció en sus sueños.

El hijo de Júpiter lo abrazaba, sin parar de besar su rostro, mientras repetía varias veces un "te amo".

La escena cambió de forma brusca.

Volviendo a soñar con la muerte de su amado, no lo había presenciado, pero aquella escena se repetía una y otra vez cada noche.

Despertó llorando.

Miro a su alrededor dándose cuenta de que no se encontraba en su cabaña, había huido de su cabaña aquella mañana.

Reviso su bolsillo y allí se encontraba contracorriente, la espada siempre regresaba con él cuando se alejaba.

Percy limpio sus mejillas intentando calmar su llanto.

Ya no soportaba estar así.

No soportaba la idea de no tener a Jason con él.

Entonces algo en su mente hizo clic, recordó la historia de Orfeo y Eurídice ¿como es que no había pensado en eso antes? Podría ir al inframundo a buscar a su amando.

Estaba decidido.

Pero no podía hacerlo el solo.

Regreso al campamento, con cautela de que las furias no se dieran cuenta de su presencia, llegó hasta la cabaña de Hades, con cautela entro a esta.

Nico lo miro con el ceño fruncido, al parecer el hijo de Hades no podía dormir.

—¿Percy? —miro al chico algo confundido.

—Nico, necesito tu ayuda, por favor —se acerco al chico.

—No te voy a matar, Percy —se cruzo de brazos.

—No, quiero que me lleves al inframundo —el chico estaba decidido a ir con o sin la ayuda del hijo de Hades.

—¿Qué? ¿No estarás pensando...? —miro los ojos del chico y supo que efectivamente estaba pensando aquello.

—Si, quiero ir por Jason al inframundo —la voz de Percy sonaba decida.

—Pero ¡no..! —se corto al notar que los tristes ojos del chico, el rey de los fantasmas suspiró—. Esta bien, pero no será fácil convencer a mi papá —Nico se puso de pie.

Percy estaba dispuesto a hacer lo que sea paga que Jason volviera con él, no se rendiría tan fácilmente.

Nico busco un dracma entre sus cosas y se lo entró a Percy, al igual que una pelota roja.

—A Cerbero le gusta jugar con esa pelota y el dracma es para que le pagues a Caronte —se asomo por la puerta dándose cuenta que las furias estaban vigilando.

Percy lo pensó un momento, llamó a la señorita O'Leary, sabía que Nico no podía hacer muchos viajes sombras.

La perra infernal apareció.

Ambos chicos se dirigieron hacia la entrada de Orfeo, el único camino por el que Percy podría entrar sin problema.

—Es todo lo que puedo hacer —había dicho Nico.

—Está bien, gracias —le dio un abrazo al chico.

Luego de eso Nico se marcho de regreso al campamento.

Percy siguió su camino hacia el inframundo.

Percy Jackson Into the madness [Jercy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora