Percy Jackson Into the madness [Jercy]

Capítulo 24

Cruzar con Caronte no había sido algo sencillo, Percy tuvo que explicarle las cosas y luego pagarle, fue cuando él acepto cruzarlo al otro lado.

Para cruzar con Cerbero había sido más fácil, el perro estuvo contento con jugar un rato con el semidiós, además de que Percy le había dejado la pelota que Nico le había dado antes.

Percy siguió avanzando, mirando cada uno de los campos.

Los Elíseos, seguro que Jason estaba allí.

El príncipe del mar había deseado poder ir allí y buscar a su chico, pero estaba seguro de que si hacia eso, se ganaría el odio eterno de su tío por romper las reglas.

Cruzar todo el camino hacia la casa de Hades había sido un recuerdo de las veces que había estado allí y también había sido un recuerdo de que allí por algún lado se encontraba la entrada al tártaro.

Se estremeció.

Aquel lugar había sido uno de los peores, el lugar donde había descubierto lo despiadado que podía ser, el lugar donde algo dentro de él se había roto.

Llego hasta la casa de Hades.

Decidido entro al lugar, en el trono se encontraba el dios del inframundo, a su lado se encontraba Persefone.

—¿Qué haces aquí, niño? —el dios lo miro con el ceño fruncido.

Percy respiro hondo, miro al dios con determinación.

—Hades, le pido por favor que me deje llevarme a Jason de vuelta —había hablado de forma educada.

Percy no le tenía respeto a los dioses, eso era algo que ya todos sabían, pero siendo el dios del inframundo, no podía ser descortés.

Hades sabía lo que había pasado, el también era un dios y conocía por todo lo que el príncipe del mar había pasado, pero no podía hacerlo.

Persefone quiso intervenir, pero aunque lo hiciera, la última palabra la tenía su marido.

—Lo siento, Percy. Pero no puedo hacer eso, a Jason ya le había llegado la hora definitivamente, no puedo permitir que te lo lleves —se cruzo de brazos, mirando al semidiós serio.

Percy apretó los labios.

¿Por qué nada de lo que hacía funcionaba?

Nico se había negado a matarlo.

Y Hades se negaba a dejar que se llevara a Jason.

La irá de Percy creció.