°·Cuando Te Conocí·° ThePromisedNeverland [NormanxRay] [Terminada]

Capítulo 15 "Escondite"

—Ray, ¿Crees que... pueda quedarme en tu casa por un tiempo?

—¿Mmh?

Me detuve por un segundo.

Bien, dos segundos.

¡Muchos segundos!

Sé que tu situación es difícil, pero esto no depende 100% de mí.

Bueno, no es que me moleste tenerte en mi casa...

Eh- bueno, un poco...

¡¡AHH YA NO SÉ NADA!!

—No lo sé... deberíamos preguntarle a Isabella...

—Bien, la llamaré— Norman sacó su teléfono y la llamó desde sus contactos.

Da miedo que mi amigo tenga el número de mi madre...

—¿Si? ¿Isabella?

Bien, mientras él habla con mi madre denme un minuto para colapsar...

...Norman.

Norman, querido Norman.

P-Precisamente por eso...

Él me importa mucho, y he compartido muchas cosas con él. Es por eso, que el pensar que vivirá conmigo un tiempo... me... ¿emociona? Me siento algo feliz, pero... no quiero aprovecharme de esta situación. Él busca apoyo y cobijo, si está pasando por algo difícil en casa es lógico.

Sólo voy a apoyarlo, esto no es sobre mí.

—Dijo que está bien— volteó hacia mí.

—Bien...— ambos caminamos hacia la salida, rumbo a mi casa.

Isabella lo recibió muy bien, al parecer comprendía el por qué estaba aquí.

Por mi parte me sentía muy nervioso.

Sobre todo a la hora de dormir.

Al saber que tenía imsomnio, le dí de tomar agua de manzanilla y me aseguré de intentar no hacer mucho ruido por la noche.

Y no, no dormimos juntos, Isabella consiguió una bolsa para dormir. Aunque me sentí ligeramente mal de que él tenga que dormir en el suelo...

—Buenas noches Ray— se despidió Norman.

—Buenas noches...— apagué la luz, y ahora nos encontrábamos recostados, en diferentes camas, pero seguía siendo la misma habitación.

No pude evitar dar vistazos a donde él estaba durmiendo, para saber si de verdad se había dormido. Al parecer él no lo ocultaba y me saludó cuando me vió asomar la cabeza.

—Hola— dijo mientras me miraba.

—¿Vas a poder dormir?— pregunté tímido.

Él suspiró. —No lo sé, pero haré un esfuerzo...

Hubo un pequeño silencio.

—¿...estás cómodo ahí? Si quieres puedes subir aquí...

Él se quedó callado un momento, luego reaccionó con sorpresa. —Ray...— susurró.

—¿...qué pasa?

Sonrió. —Nada, gracias.

Subió a mi cama y se recostó a mi lado, yo simplemente me quedé mirando el techo, esperando a que se acomode.