𝓶𝒆𝓳𝓸𝓻𝒆𝓼 𝓺𝓾𝒆 𝓵𝓪𝓼 𝒇𝓵𝓸𝓻𝒆𝓼 | Boys Over Flowers

16. Es hora de la fiesta [Parte 1]

Después de disfrutar de un desayuno reconfortante, Robert nos llevó al centro comercial más cercano. A decir verdad, él estuvo de acuerdo en que fuéramos a la fiesta, entendiendo que al final, era, de alguna forma un "evento escolar". Prometió estar cerca por si ocurría algo inesperado, pero se mostró bastante flexible. Después de todo, la fiesta se celebraría aquí mismo, en el hotel, en su salón de eventos.

 Por ahora nuestra misión era: encontrar el vestido perfecto para Jan Di.

[...]

—¿Por qué tiene que ser tan difícil?—, se quejaba Jan Di, claramente frustrada mientras apartaba los vestidos uno tras otro.

—No te alteres por el precio— Intenté tranquilizarla, poniendo una mano sobre su hombro.

—No quiero que gastes tu dinero—, me respondió Jan Di, con una mezcla de tristeza y preocupación.

—Mira, si lo cuidamos y lo mantenemos en perfectas condiciones, podemos devolverlo sin ningún problema—, le dije con una sonrisa.

—¿De verdad?— sus ojos se llenaron de esperanza y alegría— ¿Lo prometes?— Asentí.

—Te lo prometo. Solo tenemos que cuidarlo, aparte de eso, todo será fácil—, afirmé.

Justo en ese momento, Ga Eul se acercó a nosotras, radiante de emoción, sosteniendo el que pronto reconoceríamos como el vestido ideal para Jan Di— Miren lo que encontré.

El vestido, se destacaba por su escote de corazón, meticulosamente diseñado para realzar la silueta, y unas mangas que caían con revuelo. La tela, suave y ligera, parecía capturar la esencia misma de Jan Di, reflejando su personalidad vibrante.

— Es perfecto— exclamó Jan Di, abrazando el vestido con emoción. Sus ojos se iluminaban con una luz casi mágica.

—¿Lo ves?— dije, acercándome para apreciar el vestido a su lado— parece haber sido diseñado especialmente para ti, Jan Di.

—Así es— respondió ella, con una sonrisa—. Ahora solo faltas tú y Ga Eul.

—No te preocupes por mí— intervino Ga Eul—. Ya elegí mi vestido hace un rato; quería asegurarme primero de que tú encontrarás el tuyo—. Todas compartimos una sonrisa.

—Por mi parte, no hay problema— añadí—. Elijo este— dije, seleccionando mi vestido de manera casi aleatoria. No era que los vestidos no me atrajeran, simplemente entre menos resaltará era mejor para mí. Estaríamos rodeadas de quien sabe cuantas personas y eso me daba mucha ansiedad, por ello solo me preocupaba en verlas felices a ellas.

—¿En serio?— preguntó Ga Eul, con un tono de voz que mezclaba preocupación y un leve desagrado— ¿Te gusta de verdad?— Fue en ese instante cuando decidí observar mi elección con más atención. No era un vestido feo, pero sin duda no tenía el impacto visual del de Jan Di. Mi elección había sido rápida, guiada por el discreto color gris del vestido que apenas había mirado de reojo. El diseño era simple, sin revuelos, encajes ni destellos, un vestido de corte limpio en un tono de gris monótono, que llegaba hasta los tobillos y se sostenía con tirantes finos.

—Sí, ¿Qué tiene de malo? Es realmente bonito—, contesté, poniendo todo mi empeño en sonar emocionada, con la esperanza de evitar más cuestionamientos.

—Si a ella le gusta, eso debería ser lo que importa, ¿no te parece, Ga Eul?— dijo Jan Di, con una sonrisa, y Ga Eul, a pesar de su visible indecisión, terminó por asentir.

—Bueno, entonces concentrémonos en buscar los complementos adecuados. Estoy segura de que serán el toque final perfecto, ¿no lo creen?— dijo Ga Eul.