𝓶𝒆𝓳𝓸𝓻𝒆𝓼 𝓺𝓾𝒆 𝓵𝓪𝓼 𝒇𝓵𝓸𝓻𝒆𝓼 | Boys Over Flowers

29. Un paso en falso, un secreto revelado

Realmente cualquier rastro de nervios que hubiera sentido antes con Ji Hoo hoy había desaparecido, ahora me sentía más tranquila con él. Incluso podría decir lo mismo con los otros F4, a excepción de Jun Pyo, quien aún lograba ponerme nerviosa con solo saber de su presencia. Pero, en general, me sentía bien. No sabía hasta qué punto podría confiar en alguno de ellos de nuevo, pero al menos sabía que junto a Ji Hoo, cualquier rastro de ansiedad anterior ya no existía. Hasta cierto punto, confiaba en que su actitud hacia mí era genuina, y eso era suficiente.

Para este momento, él y yo ya estábamos caminando lentamente en la dirección en la que creíamos que estaban los demás chicos, aunque sin mucho rastro de ellos. Era de esperarse; nos habíamos tardado mucho tiempo en aparecer, y sabíamos que podían estar en cualquier parte. Miraba a todos lados, esperando verlos.

—Creo que vamos a empezar a dar vueltas sin éxito— soltó Ji Hoo con una risita suave—. Quizá es mejor buscarlos a todos en sus habitaciones, seguramente ya se acomodaron ahí. ¿Ves esas cabañas de ahí?— las señaló con una mano, no muy lejos de donde estábamos—. Las cabañas tienen los números en las puertas. La de Jan Di es la número 3, supongo que ahí estará junto con Ga Eul. Luego, pediré la llave de tu habitación, ¿sí?— asentí—. Después de descansar un rato podemos ir a la playa, ¿te parece bien?

—Sí, está bien. Gracias, de nuevo— dije con gratitud mientras tomaba la mochila que él había llevado todo el camino para mí.

—Por cierto, aunque no querías saber nada de Woo Bin, en el jet me pidió que te diera esto— depositó en mi mano unos dulces y chicles.

—¡Oh! Gracias— suspire profundamente y me dirigí a donde él me había indicado, esperando encontrar a las chicas rápidamente.

Toqué la puerta de la cabaña varias veces y, al no obtener respuesta, decidí confiar en Ji Hoo y giré la perilla, abriendo la puerta con cautela. La habitación parecía vacía, pero la brisa marina se colaba por una puerta abierta que daba al balcón. Me dirigí hacia el balcón. Allí, encontré a una solitaria y frustrada Ga Eul sentada en una silla.

—¡Ga Eul!— exclamé, haciendo que diera un pequeño salto. Se levantó rápidamente frente a mí—. ¿Todo bien?— la miré con curiosidad y preocupación, notando cómo sus ojos brillaban con lágrimas contenidas a punto de derramarse.

—Rose— dijo entre sollozos, y de repente se lanzó a darme un cálido abrazo. La estreché contra mí, intentando brindarle algo de consuelo— ¿Estás bien? Pensé que te ibas a ir a casa— se apartó lentamente del abrazo, sus ojos aún brillando con lágrimas contenidas.

—Descuida, Ji Hoo me ayudó a quedarme.

—¿Ji Hoo?— preguntó asombrada, sus ojos abriéndose con incredulidad. Asentí suavemente— Bueno, sea como sea, me alegra que no te hayas ido.

—A mí igual, me alegra poder quedarme— comenté, echando un vistazo a nuestro alrededor—. Por cierto, ¿y Jan Di?

—Jun Pyo se la acaba de llevar a quién sabe dónde— dijo bajando la mirada mientras sus labios se fruncían en un puchero.

—Bueno, parece que tú y yo—

—Chicas— interrumpió Woo Bin. Yo no respondí ni volví a mirarlo.

—¿Qué hacen ustedes aquí?— preguntó Ga Eul, con un tono de sorpresa.

—Vine a invitarte a pasear— le respondió Yi Jeong.

—¿A mí?— Ga Eul reaccionó con asombro, sus ojos abriéndose un poco más mientras trataba de ocultar la emoción que se reflejaba en su mirada. Yi Jeong asintió, una sonrisa leve curvando sus labios.