𝟒. 𝓐𝓶𝓲𝓮𝓵

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"El respeto mutuo implica la discreción y la reserva hasta en la ternura, y el cuidado de salvaguardar la mayor parte posible de libertad de aquellos con quienes se convive."

¿Cuál sería la manera adecuada? No quería verse demandante, mucho menos grosero. Quería agradarle, después de todo trabajarían juntos por varias semanas y sería mucho mejor si se llevaban bien desde el principio.

A él le había agradado. Era encantador, llamativo en su totalidad, tal vez si no hubiera echado las cosas a perder pudieron haber entablado una buena relación amistosa.

Y ahí estaba, desplomado en su camioneta, yendo al estudio en el que había posado el día anterior, solamente él y Jeffrey.

—¿Crees qué me disculpe?

Jeffrey dudó. —¿El pintor? —Louis murmuró en afirmación—Por lo que sus ayudantes comentaron ayer, creo que es demasiado amable y simpático para no hacerlo.

—Ugh, ni siquiera puedo quejarme de él.

—¿Qué le fastidia del artista?

El castaño se recostó en los asientos.

—Ese es el maldito problema. No tengo razones para que me moleste, es sólo que hay algo... pff, no lo sé. Debes pensar que soy un idiota.

—No lo hago. —Jeffrey tenía una leve idea de lo que pasaba con su jefe, pero como siempre, guardó sus pensamientos para él mismo—Hemos llegado.

Bufó antes de incorporarse. —Intentaré no tardar. —prometió.

—Joven Louis. —le llamó haciéndolo voltear antes de abrir la puerta—Tarde lo que tenga que tardar. Ninguna disculpa es demasiado larga.

Asintió sonriéndole y bajó del vehículo.

Se encaminó al edificio donde estaba el estudio y dio su nombre a la secretaria para poder pasar. Subió las escaleras para llegar a donde lo habían retratado el día anterior y se adentró al lugar sin más.

Voces y pequeñas risas se escuchaban en el lugar haciendo que asomara su cabeza hacia el fondo, notando a Shayla sentada en el suelo posando, tomando su cabello entre sus manos, alzándolo por su nuca y ladeando su cabeza para dirigir su mirada hacia abajo. Un vestido color rosa pastel le adornaba su fino cuerpo y pudo ser que Louis se haya enternecido ligeramente por aquella imagen, tomándose unos segundos en admirar a su compañera e inspeccionando lo ligera y pacífica que era aquella atmósfera.

—¿Louis? ¿Qué haces aquí? —exclamó un hombre haciéndole regresar la vista. El castaño pudo reconocerlo como el manager de Shayla y una mueca que conllevaba dientes apretados se presentó en su rostro inmediatamente.

—Tengo un asunto pendiente que atender, Roger. —contestó—No es algo de gran importancia.

—Si no es de gran importancia ¿por qué no pudo esperar hasta mañana en tu sesión?

Louis aguantó las ganas de rodar los ojos.

—Roger, querido, sabes cómo es esto. —dijo poniendo las manos en su pecho—A veces hay cosas que no tienen importancia, pero que necesitan realizarse de forma rápida. —le sonrió acariciándolo—¿Podrías hacer que Shay me dé unos momentos a solas con el pintor? Sólo será un momento.

𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora