𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺

𝟐𝟓. 𝓚𝓸𝓴𝓸𝓼𝓬𝓱𝓴𝓪

"Con frecuencia los cuadros son más auténticos que la realidad"

A Harry no le gustó para nada la vida pública.

Se sentía demasiado expuesto, inexpertamente transparente. Como si el cuidadoso camino de discreción que había trazado en toda su carrera artística se hubiera deshecho como la escarcha al ser visitada inesperadamente por el calor de la primavera gracias al hecho de declararse la pareja de aquel modelo de cuerpo curvilíneo y ojos ilusorios.

Un mes y un par de semanas de estar saliendo con Louis y los paparazzis les seguían a todos lados haciéndolo gruñir y maldecir constantemente. Teniéndolo hostigado debido a que sus vidas estuvieran a la vista de todos gracias a los varios artículos y noticias que salían sobre ellos en bastantes medios, y sabiendo que eran suficientemente populares como para siquiera intentar pasar desapercibidos o mantener su relación con un perfil bajo.

Los paparazzis se presentaban en todas partes, disturbando sus citas y salidas a lugares públicos con los incesables clics de sus cámaras, provocando que Harry tuviese que levantar constantemente la guardia y haciendo que su cabeza se balanceara de lado a lado en todo momento para intentar atrapar a algún entrometido que pudiera llegar a interrumpirle de forma grosera en cualquier preciado segundo compartido con el ojiazul.

Estaba feliz con Louis, tanto que pensaba que su pecho volaría en mil pedazos para después condensarse en el cristal más puro existente como prueba del cariño inmensurable que le tenía a éste. Sin embargo, su vida al ser su pareja había cambiado en un giro ligeramente drástico y Harry no creyó poder manejarlo de la mejor manera.

Era por eso que aquel día mostró ser un respiro para él, pues el estar rodeado de personas que consideraba seguras le hizo despreocuparse ligeramente sobre el hecho de que, incluso allí, los medios pudieran captarlo realizando cualquier acción banal que al final del día no tenía mucha importancia en el trasfondo de su vida.

—Diría que exageras, pero por primera vez creo que esto no es un simple juego.

—Mike, estoy planeando que la fiesta de mi madre ocurra en mi propia casa. Los medios ya saben la ubicación exacta en donde resido y no quiero que su cumpleaños se arruine por su culpa, es obvio que no exagero. —murmuró entre dientes el pintor.

—¿Y ya le has contado a Louis sobre ello? —preguntó Michael.

Harry cerró los ojos y masajeó sus cejas.

—Pues claro que le he contado, ¿por qué crees que ha estado evitando el siquiera hablar de algo relacionado al tema? —dijo pasando una mano por sus rizos—Está nervioso por conocer a toda la gente que he invitado a la fiesta, en especial a mi familia.

Ambos voltearon su mirada a los demás acompañantes en el salón de billar y Harry sonrió al ver a Louis reír junto a Liam y sus demás amigos.

Le aliviaba que al menos se la estuviera pasando bien en compañía de demás personas además de él.

—Hm, estoy seguro de que les va a encantar. Es alguien lindo, amable y agradable. Mucho mejor que tu ex.

En vez de tomarlo como la broma sin sentido que había sido aquello último enunciado por el contador, Harry arrugó el entrecejo y su mirada verdosa se enfocó en Michael a la par en la que éste le sonreía con bobería al no entender que el enojo mostrado por el rizado no se trataba de ninguna mueca mezquina que quisiera divertirle en retorno.

—Ni se te ocurra compararlos. —soltó Harry con molestia—Louis es más que cualquier maldita persona que me haya cruzado, en todo sentido posible si he de decir. —presumió—Por otro lado, aquel era una mierda total, ni siquiera se merece ser mencionado en la misma oración que mi novio.