"Las deficiencias en los hombres de genio suelen ser una exageración de sus sentimientos personales; en manos de imitadores débiles se convierten en los más flagrantes errores."
El barniz secó después de haberlo aplicado unos minutos atrás. Bien pudo hacer uso de un ventilador para acelerar aquel proceso, pero realmente no tuvo apuro en ello.
Inspeccionó la pintura y quiso poder aliviarse nimiamente al tener otra pieza de la galería terminada.
Frente a él, la composición de una simple comparación entre colores cálidos y fríos se mostró en el lienzo antes blanco y Harry inspeccionó por última vez aquella obra intentando notar algún error en ella.
La mitad izquierda retrataba los cálidos en forma de flores y capullos pequeños en conjunto de un fondo amarillo. Por otro lado, en la parte derecha del cuadro, los fríos tomaron forma en un enorme y hermoso abedul con hojas lilas en un tenue fondo celeste que pareció darle un suave toque de nostalgia a la pieza entera.
Sintió que no podía hacer más por ese momento, pensando vagamente en comenzar a elaborar la pintura de Gabriel, pues después de todo, los retratos de Shayla realizados en los días anteriores estaban terminados y en realidad no tenía nada más con qué trabajar.
Dirigió su paso a una de las esquinas de su estudio y cargó un enorme lienzo hasta uno de sus grandes caballetes, ajustándolo para que éste no se moviera y así él no errara en sus trazos. Bajó la vara de madera hasta que estuvo seguro de que el material estaba firme y se alejó un poco para intentar planear con exactitud qué era lo que iba a plasmar.
Sin embargo, no pudo proyectar el camino adecuado para comenzar a trabar y soltó un resoplido en cuanto le dio la espalda al lienzo.
No podía pintar.
No podía si sentía un enorme nudo en el estómago y no se concentraba adecuadamente. Y claro, con aquella minuciosidad que tanto lo caracterizaba, sus distracciones tenían que ser prácticamente inexistentes si quería alcanzar la perfección a la que estaba prácticamente acostumbrado.
La voz aguda y melosa de Louis en el correo de voz que le había dejado mancilló su mente como si de un martillo se tratara. Le dolía como si realmente fuera la herramienta mencionada y no pudo creerse que aquello realmente había sido recitado para él, resonando en su mente como el mantra más precioso haciéndolo devoto a las sensaciones que logró despertar en su decepcionado corazón.
Pero por mucho que le gustara escuchar esas palabras salir de boca del modelo, aún tomaba en cuenta lo que le había dicho la última vez que había estado en su hogar, precisamente cuatro días atrás. Aquella tarde en la que quiso correr tras él para pedirle que rectificara en su decisión, que le diera una oportunidad de mostrarle lo bien que podrían funcionar juntos y poder abrazarle con una piedad tierna y vivaz que le pudiera mostrar cuánto anhelaba haber querido hacerlo desde que había aceptado sus sentimientos hacia él.
Para entonces era demasiado tarde.
Fue esquivo en aquel picor que arremetió contra su piel y salió de su estudio para dejar atrás el hermoso recuerdo del habla encimada de Louis.
Bajó las escaleras principales hacia su sala de estar y se apresuró a sentarse a un lado del teléfono fijo de su hogar. Éste era de estilo retro y poseía un color rosa algo grisáceo, le recordaba al que tenía en la casa de la persona que estaba por llamar y los recuerdos de su infancia le invadieron en cuanto la línea fue tomada y los pitidos cesaron con complacencia.
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𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺
Fanfiction𝐌𝐞𝐫𝐚𝐤𝐢 Harry Styles es un pintor reconocido por su impecable técnica, sus trabajos siendo esplendorosos a cada pincelada que su corazón dicta. Su admiración se redirige a un pequeño modelo demandante y de preciosos zafiros. El pintor dejará s...