"Sabías que nos veríamos de nuevo por lo que he dicho. Ooh, estabas destinado a estar cerca de mí. Ooh, y quiero que me escuches. Digamos que estaremos juntos todos los días."
Sintió sus brazos rodearle sin tanta fuerza, ronroneó en su cuello con un murmullo y se permitió descansar al estar envuelto junto al cuerpo contario.
Louis olfateó discretamente la prenda que usaba en Harry en su torso y supo que no podría ser una perteneciente al amplio guardarropa del propio pintor.
—¿Ahora tú eres el ladrón? —preguntó alzando sus cejas.
Harry se separó un poco de él y ladeó su cabeza en el desentendimiento adorable de aquel inocente reproche.
—Tus sudaderas son de mi talla y cuando vas a mi casa y tomas mis suéteres, te olvidas de ellas y las dejas en mis sillones como si no te importaran. —excusó—Además de que son bastante bonitas y creo que de cierta forma quedan con mi estilo.
El menor negó con una sonrisa y se permitió volver a pegarse a Harry para inhalar el olor a cigarro que portaba, y que obviamente era una consecuencia de ese común hábito que él mismo tenía y que había disminuido gracias al engullir constante de aquel delicioso manjar que compraba en envoltorios de colores y que le dejaba las esquinas de su boca manchadas haciéndole parecer un niño emocionado por devorar aquellos sabrosos dulces.
—Pruébame. —dijo Louis entonces—He comido demasiado chocolate a lo largo de estos tres días y será mejor que aproveches los deliciosos besos que te puedo ofrecer.
—Tú y el chocolate. —rió por la nariz—Tengo que admitir que me parece una buena forma para que evites el tabaco, incluso parece que te hace más empalagoso.
—Hm, tienes razón. Tendré que dejar de comer tanto, no quiero que Nora y Pamela tengan que aplicarme demasiado maquillaje gracias a toda la grasa que irá a parar a mi rostro. —bromeó.
Sin mucha demora, Louis unió sus labios en un escurrir de añoranza, habiendo pasado quince minutos desde que su avión hubiese aterrizado de nuevo en Londres y sintiéndose un eterno martirio para que pudiera volver a ver las preciosas esmeraldas que poseía el pintor y que admiraba como la cariñosa mañana a las flores que recién brotaban en brisas tiernas que les acariciaban los pétalos inéditos que veían al sol por primera vez.
En esa ocasión, Harry hubo sido puntual en cuanto a su llegada al aeropuerto, presentándose en la hora exacta en la que Louis le indicó que arribaría su vuelo y aguardando por él nuevamente en la terminal número cinco, pues ésta era la menos concurrida a inicios de semana y aquello era adecuado para ellos si no querían causar un alboroto con los medios de comunicación.
Había esperado por algunos minutos el descenso del avión privado en el que sabía que viajaba Louis, y sintió el fuerte y conocido golpeteo en su pecho cuando logró verlo arrastrar la única maleta que había llevado, a raíz de tratarse de un viaje relativamente corto, sacudiendo su mano en el aire intentando llamar su atención y evitando gritar su nombre para no mostrarse desesperado por verlo dirigirse a él.
Louis hubo alzado su brazo para sacudir su mano de vuelta y ambos entonces apresuraron sus pasos para encontrarse finalmente en los brazos contrarios. Una cálida bienvenida llena de mimos y besos cálidos en las mejillas, de esas que el modelo esperó no darle tan seguido a Harry para en su lugar planear plantearle la propuesta de ir juntos a futuros viajes de trabajo y así evitarse la fastidiosa sensación de extrañarle como un loco.
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𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺
Fanfiction𝐌𝐞𝐫𝐚𝐤𝐢 Harry Styles es un pintor reconocido por su impecable técnica, sus trabajos siendo esplendorosos a cada pincelada que su corazón dicta. Su admiración se redirige a un pequeño modelo demandante y de preciosos zafiros. El pintor dejará s...