𝟏𝟐. 𝓖𝓻𝓪𝓷𝓭𝓮

3.3K 416 564
                                    

"Sabes que eres realmente algo, sí. ¿Cómo llegamos aquí tan malditamente rápido? Sólo tú podrías decirme eso cariño porque sabes que voy a volver."

La voz de Jeffrey lo hizo mirarlo con los ojos muy abiertos. Apretó sus piernas y su frente sudada amenazó con delatarlo.

Pareció estar temblando, pero podría simplemente ser el hecho de haber aguantado el restregarse sin pena alguna en los asientos traseros de su camioneta por resguardar cierto respeto a su conductor.

Sus pupilas ya estaban dilatadas, sus manos se aferraron a su chamarra y su chofer lo miró como si en realidad, nada extraño estuviera pasando con él.

—¿Me lo repites por favor, Jeffrey?

—He dicho que hemos llegado a su-

—Gracias. —dijo saliendo del auto.

Corrió hacia la entrada de su casa y abrió la puerta apurado. Le tomó un par de segundos encontrar la llave correcta para poder insertarla en la cerradura, y una vez estuvo dentro, pateó la madera para volver a quedar solo en su enorme residencia.

Avanzó rápidamente hasta su habitación y su piel picó por la transpiración que se palpaba en ella.

Era como si hubiera pasado un par de minutos en un horno a grados alarmantemente altos.

Se deshizo de los apretados shorts rojos que llevaba una vez cruzó el umbral de su cuarto y aventó sin cuidado su chaqueta negra, haciendo que se uniera a la playera del mismo color que terminó en el suelo. Su calzado deportivo fue perdido de vista una vez estuvo bajo su cama y Louis se tomó unos segundos para normalizar su respiración.

Viró los ojos cuando rozó su pecho desnudo con sus palmas y un suspiro se atoró en su garganta negándole el exhalar un quejido que no expresaba precisamente molestia.

Se dirigió a su mesa de noche, abrió el único cajón en ella y sacó una pequeña botella de lubricante. La miró atentamente y sin pensarlo mucho, se acercó a su cama y se recostó en su espalda, abrió un poco sus piernas y echó algo de la sustancia en sus dedos.

Nervioso y ansioso, el líquido se desparramó sin cuidado hasta sus nudillos y el joven de ojos azules se relamió los labios al ver sus dígitos brillantes y viscosos.

El pegajoso líquido estaba frío y Louis tuvo que hacer algo de fricción con sus yemas para darse a sí mismo una oportunidad de relajarse y hacer que el lubricante se entibiara.

Una vez se sintió listo, bajó cuidadosamente su mano, ya empapada, a su entrada y tentó el borde de ésta apartando sus bragas mientras su otra mano acariciaba su eje lentamente. Aguantó la respiración y su labio tembló por querer hacerlo con apuro e impaciencia.

Apretó los párpados al meter la punta de uno de sus dedos y un murmullo parecido al dulce néctar del ámbar escapó de sus labios al ser capaz de poder complacerse como había anhelado en los largos minutos de camino a su hogar.

Oh. —musitó cuando su nudillo tocó fondo—Hm, joder.

Lo sacó suavemente para no lastimarse y apretó su base con la mano contraria. Estableció un ritmo adecuado, soltó un gemido quedito y su piel comenzó a sudar con ocupación.

𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora