𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺

𝟏𝟔. 𝓦𝓲𝓵𝓮𝓼

"Aunque, ¿te molestaría si robo un beso? Un pequeño suvenir, ¿puedo robarlo de ti? Para recordar la manera en la que me impactas. La manera en la que lo mueves aquí. Sólo quiero sentirlo de ti."

El siguiente cambio estuvo listo. Pasadores, brochas, peines, gel, algo de maquillaje, todo para que pudiera verse tan perfecto como era exigido y como sólo él era capaz de serlo.

Fue simplemente esplendido ser el centro de atención, con la admiración de las personas presentes cosquilleando en su piel y haciéndole tener un pequeño ápice de timidez que le hizo morderse el labio inferior varías veces por el nerviosismo que llegó a experimentar.

Una palma le cubrió los ojos al momento de aplicarle fijador en el pelo y Louis balanceó sus pies en su cómodo asiento en un costado de donde se suponía lo tendrían que fotografiar.

Aquel fue el primer día en el trabajo. Segundo día estando en España.

Al momento de aterrizar, varios paparazzis se pegaron al modelo y él no tuvo de otra más que salir del aeropuerto entre algunos flashes que lo cegaban y gritos que emitieron preguntas sobre su vida personal y muchos otros asuntos que eran simples rarezas que estaba seguro que se sacaban de la manga sólo por tener un buen título en las portadas de aquellas revistas o en los programas de televisión que se encargaban de poner a la gente al tanto de la vida de las celebridades.

Además de que verlo llegar sin la compañía de aquel hombre que en ese momento figuraba como su pareja, a un proyecto tan importante como era aquel, hizo que los medios de comunicación comenzaran a especular sobre ello y no dejaran que tuviera una bienvenida tranquila, incordiando al ojiazul y haciendo que quisiera dejarles bien en claro que entre ellos no había nada y sólo era un ridículo circo que había montado su propia representante para hacerle tener más relevancia. 

Sin embargo, la duda les duró poco.

Joseph llegó ese mismo día con un par de horas de diferencia, después de todo, él había sido el responsable de que tuviera la portada con aquella editorial, sumando el hecho que de cierto modo llevaría la parte publicitaria de la revista. Obviamente siendo también partícipe de algunas últimas revisiones en el día de la sesión y estando presente desde el inicio de la preparación de Louis para las fotografías.

Para el castaño, fue tanto un alivio como un fastidio tenerlo rondando por ahí, debatiéndose entre seguir con su trato amable hacia él o mandarlo al demonio ante cada intromisión que se le ocurría hacer en cada ajuste de ropa o peinado que tenía.

—Te ves precioso, Louis. —dijo Joseph colocándose frente a él—¿Me dejarías darte un beso?

Louis subió su mirada a él y recibió un jalón accidental por parte de una de las encargadas de peinar su cabello al colocar de manera incorrecta un pequeño pasador.

Supo perfectamente lo que Joseph hacía, aprovechando de estar rodeados de personas que evidentemente pensaban que estaban juntos y tomando un atajo para poder llegar a cumplir un anhelado deseo que a él simplemente no le emocionaba ni un poco.

—Si eres paciente, cuando termine la sesión te daré los besos que quieras. —intentó negociar tratando de tener un tono afectuoso—Por ahora no me gustaría que interrumpieras el trabajo de mis estilistas, realmente no quisiera que erraran y me hicieran ver fatal.

Joseph se enderezó y asintió con una sonrisa burlona para alejarse de Louis e intentar buscar algún asunto con el cual entretenerse u ofrecer su ayuda en alguna cosa que la gente de la producción necesitara.