1: Kim Donghan

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La emoción corre por sus cuerpos, el momento que tanto habían propuesto habia llegado. No por obligación si no por amor, el gran amor que se tienen.

-Chiquitín, ¿Estas seguro de esto?.

-Estoy muy seguro, sobre todo si es contigo -Comento con sus ojos llenos de ilusion el lindo omega- Sobre todo porque tendremos una familia.

-Chiquitín, te prometo que tendremos una familia pero en el futuro, todo lo que necesito ahora es a ti y tu amor, nada más.

El omega conmovido se inclino besando dulcemente los labios del Alfa, mantuvo sus labios unidos por unos grandes segundos logrando que el mayor llevara sus manos a su cadera y diera un leve apretón.

-Me alegra haberte encontrado Mi Alfa.

El tono seductor del omega alteró por completo el sistema del Alfa, el siempre tuvo razón, no importa que tan fuerte o poderoso sea el Alfa. Ese estúpida jerarquía muere cuando el Omega lo mira volviendolo débil.

¿Quien lo diría? Que todo sucedió gracias a Jang Daehyeon.

🐺 Hace un año atrás 🐺.

Sus pies descalzos tocando el suelo lo sobresalto, miro bajo sus pies y sus pantuflas no se encontraban en su lugar, arrugando la nariz camino a la habitación del frente. Solo abrió la puerta llevando sus manos a sus caderas viendo a su hermano con el celular en sus manos.

Su hermano cruzo miradas con él pero apenas lo vio aparto rápidamente la mirada volviendo su vista al celular. Donghan siguió manteniendo su mirada en las acciones del menor.

-¿Que pasa?.

-Tienes mis pantuflas.

-Yo no las tengo.

-Mentiroso.

-Hyung, yo no las tengo.

-Kim Yohan, no mientas.

-No estoy mintiendo -Dijo a la defensiva el menor con un tono agudo que subía y bajaba.

Una sonrisa traviesa se formó en lo labios finos de Donghan, camino en silencio hacia la cama, como siempre Yohan estiro su pie impidiendole el paso pero Donghan es un poco más fuerte y termino tirándose encima de su hermano.

-Detente -Pidio entre risas Yohan al ser aplastado.

Donghan ejerció un poco más de fuerza, las expresiones de su hermano siempre le parecieron hermosas y tiernas, por esa razón le es divertido molestarle.

-¡Niños a comer! -Anuncio su progenitora.

Entre risas Donghan se levantó, su hermano fue salvado por la campana, Yohan lo imito levantándose y lo empujo soltando una risita nerviosa saliendo corriendo de su propia habitación por temor al mayor.

Donghan mantuvo su mirada seria hasta que rió, salió de la habitación dirigiéndose a la sala donde les esperaba el almuerzo hecha por su hermosa madre.

-Buenas tardes -Se anunció Donghan saludando a sus padres.

-Buenas tardes ninos, sientense -Pidio su padre sirviendo la mesa.

Mi lindo OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora