🐺 FINAL 🐺

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Los dias pasaron, y en uno de esos días Seokhwa fue dado de alta. Aunque decia lo contrario, su cuerpo seguía sintiéndose muy débil y pesado, lamentablemente para él, seguía necesitan apoyarse de vez en cuando en las paredes para poder mantenerse de pie.

-Yongha.

-¿Hmmm?.

-Mientras yo no estuve, ¿Pudiste tener tu primera vez?.

El mayor ante tal pregunta comenzó a tocer fuertemente, con unos grandes ojos miro a su hermanito menor. Le sorprendía como seguia manteniendo una mirada inocente como si no hubiera dicho nada fuera de sí.

-¿Como puedes preguntar eso tan a la ligera?.

-Ya eres grande y yo ya no soy tan virgen que digamos.

-Por la luna, no voy a tener esta conversación con mi hermanito menor.

-¡¿Por que no?!.

-Porque no.

-No es justo.

-Puedo tener esta conversación con Daehyeon pero contigo... Lo siento.

-Eres malo, buuu.

Ante el adorable abucheo, Yongha corrió hacia la cama de su hermanito y se tiro a su lado. Sin decir nada, lo envolvió entre sus brazos besando su gordeta mejilla escuchando sus interminables quejas. Por más allá de sus quejas, los dos saben muy bien que no se detendrán.

-Niños.

-Papa, ven.

-Yo...

-Ven papi -Dijo esta vez Seokhwa.

Un poco timido, su progenitor se acerco lentamente hacia sus dos únicos hijos, se unió al abrazo de sus niños.

-Seokhwa, yo...

-Mi padre hizo bien, ya no temas acercarte -Susurro Seokhwa antes de cerrar sus ojos.

El omega mas joven se encontraba tan cansado y lo entendian, sin hacer mucho ruido apagaron las luces y abandonaron su habitación para que el menor durmiera sin problemas.

Corriendo por la ciudad, la pareja volvía a casa. Había sido la primera vez para Seokhwa transformarse en el precioso lobito que es, siempre le tuvo miedo pero ahora que estaba transformandose junto a Donghan, sabe que no tiene nada que temer.

Llegaron a la casa de Seokhwa, donde entraron sin problemas. Sus padres habían salido a resolver unos asuntos y no volvían hasta mañana. En cambio, Yongha tiene una cita nocturna con Junseo demasiado lejos de casa, dejando así, la casa solo para Donghan y Seokhwa.

Los dos, fueron directamente a la cama del omega, volviendo a ser humanos. Seokhwa debajo de Donghan con una respiración demasiado agitada, culparia el maratón que tuvieron pero no es asi, es por tener a un hombre de 1.82 cm encima sobre él con una mirada seductora.

-¿Estas seguro que estas físicamente listo para esto? No fue hace mucho que salise del hospital y si no mal recuerdo, mencionaste que tu cuerpo sigue débil.

-Puedo resistirlo.

-No quiero embarazarte.

-Creeme, ni yo lo quiero ahora mismo. Mamá me hizo tomar lo necesario para no quedar preñado, así que, Kim Donghan puedes hacerme lo que quieras.

-¿Lo que yo quiera, eh?.

-Todo lo que tu quieras.

-Bien, cuando llegue la mañana. No quiero escuchar quejas.

Mi lindo OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora