𝐁𝐑𝐀𝐕𝐄 | ❝You don't have to say you love me
I just wanna tell you somethin'
Lately you've been on my mind❞
Gabriela se une a la manada de Scott como una humana más y ayuda en todo lo que sea capaz para combatir las amenazas sobrenaturales que r...
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Estaba sentada en las gradas del campo de lacrosse esperando que la práctica comenzara. Liam me comentó que el equipo jugaba horrible así que le pidió a Brett que lo ayudara con los defensas. Lori estaba sentada a mi lado y Brett se ponía los guantes frente a nosotras.
— Vi una de las prácticas en las vacaciones de verano — comenzó el ahora pelinegro mirándome —. Son realmente malos — sonrió burlón.
— Te encanta burlarte del equipo, ¿no es así? — le pregunté con los ojos entrecerrados.
— Especialmente ahora que Liam es su capitán — apoyó su stick en el suelo y se inclinó ligeramente hacia mí sonriendo en grande.
Le mostré mis ojos dorados y gruñí levemente.
— Aléjate de mi novia — ordenó Liam acercándose junto a Mason. Mis ojos volvieron a su color natural y el pelinegro se paró derecho mirando a mi novio aún con su sonrisa.
— ¿Ya te felicité por eso?
— ¿Felicitar por qué?
— Por haber conocido a semejante diosa y haberte hecho su novio.
Me sonrojé ligeramente por haber sido llamada diosa de parte de Brett. Si bien él nunca llegó a gustarme, había que admitir que llegaba a alborotar las hormonas de todas las chicas y hasta chicos a los que miraba.
— Te sonrojaste — se burló Mason. Le di una mirada que desearía hubiera sido mortal para él porque Liam que no se había dado cuenta, ahora me miraba y en sus ojos vi el destello de tristeza. Agachó su cabeza levemente mordiéndose el labio.
Suspiré y me puse de pie acercándome a él. Tomé su mano y me giré a ver a Brett y Lori.
— No usen sus oídos sobrenaturales. Está conversación es entre mi novio y yo — los miré amenazantes. Especialmente al pelinegro que hizo una mueca arrepentido.
Jalé a Liam hasta que llegamos detrás de las gradas y puse mi mano en su mejilla.
— Sabes que eres el único para mí, ¿cierto? — él miró a otro lado y con mi mano hice que regresara su cabeza a mí — ¿Lo sabes?
— Supongo.
Lo miré arrepentida.
Sabía que las inseguridades de Liam habían crecido cuando fui a Australia. Mason me comentó que le preocupaba que conociera a otro chico y me enamorara de él. También dijo que no me culparía, que uno no elige de quien enamorarse y si llegaba alguien que me hacía mucho más feliz, él me dejaría ir.
Cuando el moreno me lo contó, solo quise tomar un vuelo de vuelta a Beacon Hills y darle una cachetada a Liam por pensar semejantes tonterías. El chico que me hacía feliz era él.