Capítulo 21: Peor que la muerte

907 58 15
                                    

Abrí los ojos. Iba de copiloto en el asiento de un auto y Jeremy iba a mi lado, la carretera frente a nosotros era sumamente oscura.

- ¿Se encuentra bien? Señorita Gia.

Preguntó con su voz suave y claramente preocupada.

- Sí, ¿Qué pasó?

Pregunté atontada, pues lo único que recordaba era que alguien me... ¡Intentaba ahorcar!

- ¡¿Fue otro ataque?!

Pregunté alterada a lo cuál Jeremy asintió.

- Se fue la luz mientras yo estudiaba y usted se secaba el cabello, en cuanto se fue la luz corrí a la habitación y alguien la estaba ahorcando así que disparé pero no le di y nuevamente huyó, usted estaba inconciente por la falta de aire, y como el asesino estaba dentro de la mansión decidí sacarla de ahí.

- ¡¿Y tú cómo estás?! ¿Estás bien? ¿No te pasó nada.

Sonrió y rio tiernamente.

- No se preocupe señorita Gia yo me encuentro perfectamente, no fue capaz de tocarme.

Suspiré.

- Me alegro, pero ¿Cómo el asesino pudo evadir la seguridad de la mansión? Es decir ¡Es imposi... - caí en cuenta de que yo ya no traía el brazalete rastreador y Jeremy tampoco - ¿Y el brazalete?

- Los quité y tiré, si el asesino está dentro de la mansión podría acceder fácilmente a nuestra ubicación.

Miré mi brazo izquierdo, tenía varios cortes como si hubieran intentado quitar el microchip rastreador, observé el auto, parecía un auto normal, no estaba blindado, seguramente los autos blindados de la familia Didier también tenían rastreadores.

- Entiendo.

Miré los brazos de Jeremy y los toqué, estaban rojos y llenos de marcas y rasguños recientes, especialmente el izquierdo.

- ¿No habías dicho que disparaste al asesino y que no fue capaz de tocarte?

De pronto se puso muy serio, asintió con la cabeza pero no dijo nada, no cruzó mirada conmigo. Recuerdo perfectamente que mientras el asesino intentaba ahorcarme... Le di golpes, rasguños y le apretaba fuertemente los brazos para tratar de quitarlo, sobre todo en el brazo izquierdo que era con el que me estaba ahorcando, el tamaño de mis dedos encajaba con las marcas de dedos en el brazo izquierdo de Jeremy y además... No recuerdo haberlo oído entrar, todo el tiempo en aquella habitación solo fuimos dos personas, el asesino y yo, ... Y ... ¿Quién más podría conocer tan bien la mansión de seguridad Didier como para llegar a mi ala y cortar la luz?

- Jeremy tú eres zurdo ... ¿Cierto?

Me miró de manera escalofriante, en ese momento una camioneta blindada, la misma en la que habíamos viajado de Italia a Francia se nos cerró en el camino, y para evitar chocar, Jeremy frenó rápida y bruscamente, las personas que iban en la camioneta bajaron rápidamente, eran Jerome y mi madre, Jerome apuntaba directamente a Jeremy con una pistola.

- ¡Baja del auto ahora!

Ordenó Jerome a Jeremy ¡¿Qué estaba pasando?!

- Tranquila señorita Gia, hagamos lo que dicen.

Me dijo Jeremy con su habitual voz tranquila, él bajó por su lado del conductor y yo por el mío.

- ¡Gia!, ¡Aléjate rápidamente de Jeremy!

Gritó mi madre, se veía sumamente desesperada.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

Pregunté.

¿Y si nuestro amor nos mata? ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora