¿Y si nuestro amor nos mata? ®

Capítulo 6: ¿Vivir con él?

Jeremy y yo íbamos en silencio, estar a su lado de esta manera me hacía pensar en todo lo que no conocía de él a pesar de que había pasado la mayor parte de mi vida a su lado, solo hasta ese momento me di cuenta de algo sumamente importante que habían dicho mis padres.

- ¡Espera! ¡¿Vivir en tu casa?!

Le pregunté sorprendida, pues con toda la confusión de esa noche apenas caía en cuenta de lo que eso significaba, él me miró, me sonrió amablemente y asintió.

- Así es, vamos hacia allá en este momento, espero que no le moleste.

Ahora que lo pensaba no sabía que Jeremy tuviera casa, ni siquiera sabía dónde vivía, o... con quién vivía...

- ¿Molestar? No, es decir, creo que yo seré la molestia ¿Qué pensarán ... tu pareja o hijos?

Dije con la mirada clavada en el piso del auto, afortunadamente estaba muy oscuro sino él podría haber visto lo roja que estaba.

- ¿Pareja? ¿Hijos? - rio suavemente - No seas boba ¿De dónde sacaste eso? Yo no tengo nada parecido.

Dijo con una gran sonrísa, y me le quedé viendo extrañada, no sé si porque estaba sorprendida de que este chico tan perfecto no tuviera pareja o porque por primera vez en mi vida me había hablado de "tú" y no de "usted"

- ¡Ah! Lo siento, le he hablado de "tú", es solo que la pregunta fue tan extraña que me sorprendió.

Se disculpó inmediatamente con preocupación notable en su rostro.

- No hay problema, puedes hablarme de "tú" cuándo quieras, yo siempre lo he hecho contigo.

- ¿Está segura?

Asentí con la cabeza.

- Bien, si así lo desea entonces hablaré de esa manera, y no pequeña Gia, no tengo pareja, esposa, hijos o algo parecido, ni siquiera una mascota, no tengo tiempo para eso, así que no se preocupe, no me causa ni causará molestias a nadie.

Continuó riendo, oír esa risa y por su propia voz que no tenía pareja o hijos me hizo sentir muy feliz.

- ¡Cielos! Ahora que ha dicho eso me siento como un viejo que ya debería estar casado, con hijos y un perro.

- ¡Vamos! No eres tan mayor, solo me ganas por seis años.

- Es verdad, aunque en perspectiva es bastante, piénselo, cuando usted apenas estaba naciendo yo ya estaba siendo entrenado y cuando usted tenía 8 años yo tenía 14 y cuidaba de usted.

Por alguna razón su respuesta me hizo sentir un poco incómoda y triste a la vez, sentía que me estaba haciendo ver cómo una niña pequeña, aunque claro, sabía muy bien que esa no era su intención, él nunca diría nada para hacerme daño.

- Tienes razón aunque no es como si me llevaras 10 años, incluso ahora las personas podrían decir que somos de la misma de edad ya que tu cara siempre se ha visto como la de un niño pequeño.

El rio.

- Tiene toda la razón pequeña Gia.

Cuando llegamos bajamos del auto, nunca había estado en esa zona, era cercana al centro, pero no demasiado.

- Esta zona no es muy peligrosa, la mayoría de los que vivimos aquí somos de clase media, así que no somos blanco de asaltantes o robos. Yo vivo en un departamento de este edificio.

Caminamos hacia él y entramos, para entrar al edificio tenías que poner tu huella digital en la entrada.

- Mañana pediré que registren su huella digital para que pueda entrar sin problemas ¡Buenas noches Alessandro!