La primera vez que ví a la pequeña Gia se me hizo la niña más bonita del mundo, había oído que era una niña grosera, chantajista y malcriada de lo peor, pero al llegar me encontré con una pequeña y bonita niña de cabello casi blanco y ojos grises con falta de atención y cariño... Me recordaba a mí cuando era pequeño... Por ello puse toda mi atención y cariño en ella y rápidamente ella me lo devolvió.
Por mucho tiempo la ví como una pequeña hermanita, nada que ver con Caroline y su inteligencia sobre humana, yo enseñé a Gia a hacer todo tipo de cosas y ella me enseñó a mí de lealtad y cariño. Hacíamos todo juntos y estábamos todo el día juntos, cuando estaba en la escuela esperaba llegar pronto a mi trabajo para pasar el tiempo con mi pequeña Gia y al parecer ella esperaba lo mismo pues siempre me recibía con gran alegría y un tierno abrazo.
- Gia te quiere de regalo de cumpleaños.
Dijo el padre de Gia.
- ¿Disculpe?
- Tal como lo oíste joven Didier, mi hija te ha tomado un cariño muy especial.
- Seguramente pronto se le pasará, aún es muy joven.
Pero no pasó así, los años siguieron pasando y la pequeña Gia cada día me sorprendía más.
"Mientras esté con Didi estoy bien"
"Me gusta esta crayola por que es del mismo color que tus ojos"
"Quiero seguir dormida en tu pansa"
Pero llegó un día en el que no pude negar mis verdaderos sentimientos por ella.
- Didi...
- Dígame pequeña Gia.
- ¿Recuerdas cuando fuimos a Disney y bajamos por la montaña rusa?
- ¡Por su puesto! Lo recuerdo perfectamente.
- ¿Cómo se llama esa sensación extraña que se siente en el estómago cuando bajas por la montaña rusa?
- ¡Ah! ¿Las mariposas en el estómago? Todos le decimos así a esa sensación que tenemos cuando bajamos en la montaña rusa, nos emocionamos demasiado o cuando nos gusta alguien.
Era una pregunta un tanto extraña, pero nada me había preparado para lo que me iba a preguntar después.
- ¿Gustar? ¿Cómo sabes cuándo alguien te gusta?
Inmediatamente sentí todo lo contrario a las mariposas en el estómago, ¿Por qué me estaba preguntando esto? ¿A caso le gustaba alguien?
- Bien, cuándo alguien te gusta lo sabes inmediatamente, pues el físico de esa persona te atrae inmediatamente, también lo puedes saber porque te descubres a ti mismo o misma pensando en esa persona todo el tiempo, como si se volviera tu mundo, y esperas con ansias el momento de volverlo o volverla a ver y deseas que el contacto físico entre ambos sea más estrecho.
Mis palabras se volvieron contra mí cuando me di cuenta que me pasaba eso con ella, y tal vez ella no lo notó pero yo sí, en ese momento se puso completamente roja y puso sus manos sobre su cara, conocía muy bien ese gesto, se sentía avergonzada, no necesité preguntarle, era seguro que le gustaba alguien, obviamente comencé a sentir un sentimiento un tanto familiar, celos.
- Buenos días pequeña Gia es hora de levantar...se
Vi su fino y perfecto rostro iluminado por la luz de la luna, la señorita Gia había crecido y se había convertido en la mujer más hermosa que haya visto, despedía el mismo brillo y belleza de la luna con su piel pálida y lisa, su cabello casi blanco y sus ojos grises, su cuerpo se había desarrollado de manera fina y estética, como un perfecto maniquí, y pasó de ser una niña problemática a una mujer sociable, leal y cariñosa. Acaricié su rostro y su cabello, abrió un poco los ojos, y pude ver sus hermosos ojos grises que por años habían llamado tanto mi atención.
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¿Y si nuestro amor nos mata? ®
RomanceEsta historia relata como una niña pequeña, con el paso del tiempo, desarrolla sentimientos por la única persona que siempre ha estado a su lado: su niñero, mayordomo y a la vez guardaespaldas. ¿El problema? Enamorarlo ¿El otro problema? Él es mayor...