Me sentía devastada.
Apenas iniciaban las primeras horas del día y me era tan difícil levantarme. Un pasado oscuro me atormentaba día con día. Una historia que seguramente podría ser para hacerla un cuento de terro.
Desde que el reluciente sol salía y sus rayos entraban por mi ventana a iluminar mi habitación, hasta que la luz de la luna se asomaba por mi balcón el recuerdo de quien fui, de que hice y que había sucedido me atormentaba. Era una lucha inexplicable que se apoderaba de mi ser, pero no había más remedio que levantarse, que seguir y hacer como si nada hubiera sucedido nunca, como si fuera la persona ejemplar que el mundo quiere ver.
Esa mañana decidí bajar a desayunar en pijama así que hice mi cama y me dirigí al comedor. En la mesa se encontraban mis padres y mi hermana menor, los saludé como de costumbre y me senté a desayunar.
Mi cuerpo estaba físicamente ahí con ellos, pero mi mente estaba en otro lugar, imaginaba una vida donde pudiera ir sin la necesidad de que dos hombres grandes tuvieran que estar cuidando de mis espaldas, de ir caminando y que las personas dejarán de hablar sobre quién era y dónde venía, sobre quienes eran mis padres, sobre que había hecho mi familia, que fue lo que hice yo.
De pronto, mamá estaba casi gritando y haciendo señas, la miré y puso una cara, de esas que ponen las madres cuando están molestas– Hazell – exclamó mi madre mientras me miraba fijamente.
– ¿Que pasa mamá?
– ¿Acaso no pusiste atención a lo que tu padre decía? – arrugo la nariz – es algo importante
Mi padre bajó los cubiertos – Mañana es el día – tomo un bocado
– ¿Qué día? – pregunté algo confundida
– Ya lo habíamos hablado, tendrás una nueva escuela – limpió su boca con una servilleta y continuó – He conseguido que te acepten en Hogwarts
Levanté mi mirada rápidamente
– ¿Hogwarts? – pregunté – ¿En serio?No habia otra cosa peor más que ir a meter a su hija al lugar donde nuestra familia no es bien recibida.
Sabía que no teníamos muchas opciones y tampoco estaba en la mejor posición como para hacer un capricho, pero sentía que era algo absurdo lo que papá decía.Mi padre para este punto se veía molesto, golpeó la mesa con su puño cerrado y exclamó – Es una oportunidad muy buena, después de los fracasos que has tenido en tus otras escuelas de magia - se levantó y siguió hablando - no es una pregunta si quieres ir, es una orden, así que ve y prepara tus cosas rápido que el tren sale mañana.
Me levanté rápidamente, no por que él me lo pidiera, si no, por qué no quería mirarlos a la cara en esos momentos, siempre supe que era una niña tonta e inmadura que ha cometido errores con el paso del ir y venir, pero si esos errores habían ocurrido podía estar casi asegura que no eran por mi culpa. Cualquier lugar que visitará yo o alguien de mi familia era mal mirado, exactamente por lo mismo, errores que ellos habían cometido, errores que ellos hicieron y ahora me afectaban a mí..
Dejé los cubiertos en la mesa, no quise alegar ni decir nada, así evitaba que papá se alterará y todo fuera un caos, me encamine y subí a mi habitación, la misma de la que me costaba tanto salir, no sabia exactamente que sentimiento se presenciaba en esta situación, no sabía si era miedo, enojo, quizás tristeza. No era momento para desobedecer a papá, sabía que había arriesgado tanto por mí.
Hogwarts era la última alternativa, la última en la lista, cuando cumplí 11 años, esperaba con ansias que una lechuza se parara afuera de la mansión y me entregara una carta en el cual enunciaran una plaza para mí en ese colegio, pero papá nunca lo aceptó y ese sueño había sido destruido y arrebatado pero, después de dos años, la oportunidad de intentarlo e iniciar estaba aquí. Las ilusiones volvían y con ello, el miedo dejaba de tener el control.
Quizás y no era tan malo como parecía, quizás y solo eran supersticiones mías y era mejor aceptada ahí que en otro lugar. La costumbre a que siempre fuera el mismo ciclo en cada lugar que yo pisaba era lo que me mantenía insatisfecha.
Al final de cuentas, era Hogwarts, un lugar seguro, iba a tercer año, así que,
¿Qué cosa mala podía pasar?
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Siempre fuiste tú (Draco Malfoy)
RandomHazzel, una chica que vive sin límites es obligada a asistir al colegio de magia y hechicería de Hogwarts en su tercer año después de haber sido expulsada de Beauxbatons, vive llena de secretos y misterios, pues su familia no es bien vista dentro de...