- ¿Qué se supone que llevas puesto? –Preguntó Alec divertido una vez le abrí la puerta de mi habitación, yo me encogí de hombros.
-Isabelle y yo queríamos vestirnos de espías –señalé mientras me encogía de hombros y lanzaba una patada al aire; Alec rodó los ojos.
En aquel momento, yo llevaba un jean negro con mis zapatillas deportivas y un suéter del mismo color que había encontrado en el fondo del armario detrás de los uniformes; también, en uno de los cajones del armario había descubierto unos bellos guantes negros de lana, de verdad esta academia parecía cubrir todas mis necesidades.
Alec, por otro lado, llevaba una simple camiseta blanca con unos vaqueros un tanto descoloridos, aunque también había tomado la precaución de llevar zapatillas deportivas, siempre eran útiles si teníamos que salir corriendo.
-Sí saben Isabelle y tú que nos estamos metiendo en la boca del lobo al colarnos en la oficina de Jem, ¿verdad? Es decir, siento que se lo están tomando como un juego de espías, y es mucho más que eso.
-Lo sé... estoy un tanto aterrado.
Alec sonrió y me tomó de la mano antes de dirigirse a mi cama para que nos sentaremos en ella.
-Todo estará bien –el chico besó mi frente–. No dejaré que nada malo te ocurra.
-No temo por mi Alexander –tiré del chico para que se sentara en mis piernas, lo abracé por la cintura y apoyé mi frente en su pecho–. No quiero que nada malo les pase. Izzy y tú pueden meterse en grandes problemas.
-Magnus estaremos bien, Jem está en el ala de maestros, está bastante retirado de la oficina, él no tiene por qué estar allí. Debe estar durmiendo.
- ¿Y si nos pilla algún monitor de pasillo?
-Hoy la ronda la está haciendo Simon, ¿crees que nos delatará?
- ¿No lo hará? –Pregunté sorprendido y Alec soltó una ronca risotada.
-Por supuesto que no, jamás lo haría –el chico se bajó de mis piernas y se recostó en la cama.
Yo me recosté a su lado y le acaricié suavemente la mejilla con el dorso de mis dedos. El chico cerró sus ojos y suspiró mientras disfrutaba de aquella caricia.
-Estaremos bien –aseguró antes de tomarme la cintura para que me sentara en su regazo, sonreí mirándolo fascinado.
Su bello cabello negro estaba esparcido por mi almohada blanca y sus ojos brillaban bajo la luz de la luna que se colaba por la ventana. Su piel se veía más pálida y su sonrisa más brillante.
-Eres precioso Alexander –musité y noté como un hermoso sonrojo se apoderaba de sus mejillas mientras que estiraba su mano para acariciar mi rostro.
-No más que tú, Magnus.
Lancé un suspiro y me incliné, aún sentado en el regazo de Alec, hacia sus labios. Primero los rocé suavemente con los míos antes de presionarlos. Alec lanzó una exclamación ahogada mientras que rodeaba mi cuerpo con sus brazos. Mis manos se colaron bajo la camisa de Alec y el chico arqueó su espalda, dándome mayor espacio para poder sentir y disfrutar la dureza de los músculos de esta; Alec me imitó y metiendo sus manos bajo mi camisa, comenzó a levantarla.
-Oh rayos no, no necesitaba esa imagen en mi mente –gruñó Isabelle sobresaltándonos a los dos.
Alec me bajó rápidamente de su regazo y acomodó su ropa y cabello mientras un tierno sonrojo se apoderaba de sus mejillas. Yo sonreí orgulloso y miré a Isabelle arqueando una ceja.
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You're my gravity (MALEC)
ФанфикLa vida le quitó a Magnus una persona muy especial , y aquello lo cambió completamente. Asmodeus está desesperado, no sabe que hacer, teme que su hijo termine en prisión, desesperado, lo envía a la Academia Idris para alumnos especiales, donde Magnu...