-Hola Magnus, luces igual de ridículo que la última vez que te vi, por supuesto, menos ebrio.
-Oye espera... –empezó alegar Alec, pero puse mis manos en su pecho.
-No te preocupes, él es así. Es su forma de decir "te extrañé" –tranquilicé antes de mirar nuevamente a Ragnor–. Así que es cierto, estás vivo, dime, ¿hay alguna razón por la que hayas fingido tu muerte?
El rostro de Ragnor se contrajo en una mueca de tristeza antes de negar.
-No hablaré. No delante de ellos dos. Este asunto es entre tú y yo.
-Sí claro –Isabelle se carcajeó con amargura. En aquella risa no había ningún atisbo de diversión real–. Si piensas que dejaremos a Magnus sólo, en realidad eres más iluso de lo que pareces.
-Mi hermana tiene razón...
-En realidad –interrumpí–. Si Ragnor quiere que hablemos solos, entonces así será.
Alec me miró con sorpresa.
-Pero puede ser peligroso.
- ¡No lo voy a lastimar, idiota! –Espetó Ragnor mirando furioso a Alec.
-Si crees que lo dejaré sólo...
-Alexander, todo estará bien, es mi mejor amigo, no me lastimará, confío en él –aseguré–. Tranquilos chicos.
Alec le dedicó una mirada de resentimiento a Ragnor antes de tomarme de la cintura con una de sus manos, la otra se posó bajo mi mentón y me besó con fervor mientras que su pulgar acariciaba mi mejilla. Una vez nos separamos, presionó sus suaves labios contra mi frente.
-Estaremos cerca, sólo tienes que gritar y vendremos corriendo.
-No te preocupes Garbancito, estaré bien.
- ¿Qué te dije de ese apodo?
-Que te encanta –solté divertido; Alec rodó los ojos y tras dedicarle una última mirada de odio a mi mejor amigo, tomó a Isabelle de la mano y juntos se internaron en el bosque.
Pasó por lo menos un minuto antes de que Ragnor volviera a hablar.
-Sé que tienes muchas preguntas Magnus.
-Sí, las tengo –tragué grueso–. ¿Qué fue lo que pasó esa noche? Yo te vi sangrando...
-Y así fue, sangré, casi muero...
-Pero estás aquí y desapareciste –mi voz se quebró–. Por un año, por un año yo creí que... que...
Ragnor corrió rápidamente hacia mí y me tomó en sus brazos... y aquel abrazo... bueno, Ragnor no era de abrazar, pero las pocas veces que lo había hecho, lo había hecho con muchísimo amor. Aquella calidez que no sentía hace tanto tiempo, volvió a mi pecho. Ragnor palmeó mi espalda.
-Estoy bien amigo, estoy bien, todo está bien –me tranquilizó.
- ¿Por qué te fuiste si estabas vivo? ¿Por qué no volviste conmigo? ¿Sabes lo que me hizo? ¿Sabes lo mucho que me destrozó perderte? ¿¡Sabes cómo me cambió el creer que estabas muerto!? –Pregunté destrozado. Ragnor acarició mi mejilla con dulzura.
-Lo sé, pero te hizo más fuerte...
-No, destruyó mi vida...
-Así tenía que ser porque no... –estuvo a punto de hablar, pero se escucharon sonidos en el bosque detrás de él. El chico tragó grueso y en sus ojos brilló un profundo pánico–. Yo no puedo hablar mucho. Hay cosas que quisiera contarte pero que no puedo.
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You're my gravity (MALEC)
FanfictionLa vida le quitó a Magnus una persona muy especial , y aquello lo cambió completamente. Asmodeus está desesperado, no sabe que hacer, teme que su hijo termine en prisión, desesperado, lo envía a la Academia Idris para alumnos especiales, donde Magnu...