Al final, Hodge tenía razón, Luke Garroway era un maestro divertidísimo, tenía una actitud encantadora y más que un maestro, parecía amigo de los estudiantes. Me había recibido con una enorme sonrisa y una actitud encantadora. Se había tomado la molestia de explicarme personalmente cuáles eran los trabajos que debía presentar, y me había dado un plazo bastante considerable para poder ponerme al día.
Tan pronto como terminaron las clases, me dirigí rápidamente a mi habitación para tomar algunos útiles y correr a la biblioteca. Nuevamente me había perdido, pero rápidamente encontré el lugar. Cada vez los pasillos me parecían más familiares, y sabía que prontamente lograría andar por la academia sin estar dando tropezones o vueltas sin sentido. Una vez llegué a la biblioteca, recorrí los pasillos silenciosos del lugar. Alec me estaba esperando en la zona más alejada y oscura que había podido encontrar. Se hallaba sentado cómodamente sobre un sillón que parecía de lo más cómodo, sus pies estaban apoyados en un pequeño taburete y su atención estaba plenamente centrada en un libro de biología. Tan pronto como me acerqué a él, cerró el libro y me lanzó aquella mirada arrogante y despreocupada que sólo el chico podía tener. No sabía por qué, pero quise tomar aquel libro y golpearlo con él.
Alec bajó lentamente los pies del taburete e inclinándose hacia adelante, apoyó los codos sobre sus piernas mientras su mandíbula se posaba en su mano y sus dedos tamborileaban inquietos en su mejilla.
-Llegas tarde –aseguró burlón–. ¿Perdido nuevamente? Quizás deba hacerte un mapa.
Yo rodé los ojos mientras me sentaba a su lado.
-No sabía que tenía hora de llegada.
-Tenemos muchos deberes que cumplir y ahora por tu culpa tendremos que trabajar hasta más tarde.
-Espero que no mucho. Le prometí a Catarina y a Tessa que me reuniría con ellas después de la cena.
Nuevamente, Alec se recostó en el sillón y volvió a apoyar sus pies sobre el taburete.
-Debo suponer entonces que irás a la dichosa fogata.
-Todo el mundo lo hará, ¿o no? –Pregunté encogiéndome hombros; Alec cruzó los brazos detrás de su cabeza y ladeó un poco el rostro antes de sonreírme a medias.
-Yo no soy todo el mundo –señaló.
-Así que debo suponer que tú no irás.
-Tengo cosas más importantes que hacer.
Solté una carcajada suave y rebosante de sarcasmo mientras rodaba los ojos.
-Sí, estoy seguro que es así. Diviértete con tus otros planes.
-No deberías asistir –soltó Alec de golpe y yo fruncí el ceño.
- ¿Disculpa?
-Te disculparé, por supuesto, sólo si no vas.
-Tú no me dices que hacer. Y claro que iré, el maestro Starkweather dijo que sería una gran oportunidad para conocer personas, de hacer amigos... encajar en la academia.
De repente el ceño de Alec se frunció mientras se acercaba bruscamente a mí, sin poder evitarlo, di un brinquito y me alejé del chico.
-Espera un momento, ¿Hodge dijo qué? –Exigió saber y su voz tenía ira contenida; yo me encogí de hombros.
- ¿En serio debo repetirlo? Estoy seguro que lo escuchaste muy bien.
Alec lanzó una maldición por lo bajo y asintió antes de tomar nuevamente su posición relajada.
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You're my gravity (MALEC)
FanfictionLa vida le quitó a Magnus una persona muy especial , y aquello lo cambió completamente. Asmodeus está desesperado, no sabe que hacer, teme que su hijo termine en prisión, desesperado, lo envía a la Academia Idris para alumnos especiales, donde Magnu...