CAPÍTULO 20

712 104 36
                                    






-Por favor no vayas a saltar por la ventana.

Se escuchó una suave voz. Ni siquiera tuve que girarme para saber quién era, había escuchado abrir la puerta, en todo caso no me habría asustado, estaba esperando aquella vocecita.

-Suena tentador –solté con amargura y su suave risita cantarina resonó en la habitación.

- ¿Sabes? He insistido en la junta directiva que debemos eliminar los picos de las paredes de la academia, pero los Lightwood consideran que son parte de los mejores recuerdos que tienen. Los estudiantes pueden escaparse por ellos, ¿verdad? ¿Así es cómo salieron sin ser vistos?

-Supongo que tú tienes experiencia –musité con aburrimiento.

- ¿Bromeas? Me escapaba todas las noches para reunirme con el que sería mi esposo.

Alcé mi mano y negué.

-No me interesa saber cómo fue que hicieron a mamá.

-No fue dentro de estos muros, así que no te preocupes –escuché a Lilith acercarse a mí y me giré para verla.

La mujer me sonrió amistosamente y se sentó en mi cama antes de palmear el espacio a su lado. Suspiré dramáticamente antes de bajarme del marco de la ventana y acercarme a ella para tomar asiento.

-Te pareces muchísimo a tu madre, es increíble –la mujer pasó delicadamente su mano por mi mejilla–. Aunque estoy segura que utilizas más maquillaje que ella.

Sin poder evitarlo, solté una risita.

-Puede –estuve de acuerdo.

-Tienes sus mismos ojos –señaló mi abuela.

-Tengo tus mismos ojos –aseguré, la mujer me sonrió cariñosa y asintió.

-Sí, es verdad, tu madre los heredó de mí. Sería una lástima que no pudieras heredarlos.

Yo hice una mueca.

- ¿Te molesta que sea novio de Alexander?

La mujer lo pensó por un segundo antes de negar.

-No me malinterpretes Magnus, quizás sea demasiado vieja para entender la razón, pero me alegra que tengas al lado un joven que, se nota, arriesgaría todo por ti. Está claro que te adora y que tú lo adoras a él. Es todo lo que quiero para ti.

- ¿En serio? –Solté una risa amarga carente de diversión–. ¿Es porque es un príncipe? ¿Es porque está al nivel mío? –Suspiré sintiéndome harto–. Así que la clase importa más que el sexo... interesante.

-Basta –la mujer suspiró pesadamente y tomó mis manos entre las suyas–. No sabes cómo me arrepiento de haberle dado la espalda a tu madre. Todos los días qué recuerdo que la dejé sola y que no estuve a su lado para despedirme cuando su corazón dejó de latir, siento que parte en mi interior muere... y si pudiera devolver el tiempo lo haría. Tu padre es un buen hombre.

-No creías antes eso...

-Estaba llena de prejuicios, tuve que perder a mi hija para que todos esos prejuicios desaparecieran. Ya perdí a mi hija, no quiero perder a mi nieto por prejuicios estúpidos –yo fruncí los labios antes de lanzar una risita. Lilith me miró sorprendida–. ¿Por qué te ríes?

-No lo sé... no creí que las reinas dijeran malas palabras.

Mi abuela chasqueó la lengua antes de lanzar una risita.

-Aunque no lo parezca, las reinas también nos enojamos.

-Oh por supuesto que lo parece. Estabas furiosa con Maryse.

You're my gravity (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora