Salvando a Trevor

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POV: Draco

No volví a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estaban en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entré con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes

- ¿Qué tal, Draco? - dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta - ¿Te duele mucho?

Sí - dije, les guiñé el ojo a Vin y a Greg en cuanto voltee

Cass me había contado que Pansy había sido la culpable de mi incidente, así que teníamos un plan

- Siéntate - le dijo el profesor Snape amablemente.

Coloqué mi caldero al lado de Potter y Ronald, para preparar los ingredientes en la misma mesa. Un plan que no tenía que ver con Pansy. Tenía que reunir a Potter con su padrino, el tío Sirius me había pedido que le diga a Potter quien era su padrino, pero a mi no me creía ni la hora, así que tendría que encontrar la forma, si los molestaba de paso, mejor.

- Profesor - dije - necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.

- Weasley, córtaselas tú - ordenó Snape sin levantar la vista.

Ronald se puso rojo como un tomate.

- No le pasa nada a tu brazo - me dijo entre dientes.

Le dirigí una sonrisita desde el otro lado de la mesa. Me encantaba molestarlos, pero no iba a causarles muchos problemas

- Ya has oído al profesor Snape, Ronald ¿Serias tan amable de cortar mis raíces?

Ronald cogió el cuchillo, acercó mis raíces y empezó a cortarlas mal, dejándolas todas de distintos tamaños.

- Profesor - dije - Weasley está estropeando mis raíces, señor.

Snape fue hacia la mesa, aproximó la nariz ganchuda a las raíces y dirigió a Ron una sonrisa desagradable, por debajo de su largo y grasiento pelo negro.

- Dele a Malfoy sus raíces y quédese usted con las de él, Weasley.

- Pero señor...

- Ahora mismo - ordenó Snape, con su voz más peligrosa.

Ronald me cedió sus propias raíces y volvió a empuñar el cuchillo.

- Profesor; necesitaré que me pelen este higo seco - dije

- Potter, pela el higo seco de Malfoy - dijo Snape, echándole a Potter la mirada de odio que reservaba sólo para él.

Potter cogió mi higo seco mientras Ronald trataba de arreglar las raíces que ahora tenía que utilizar él. Potter peló el higo seco tan rápido como pudo, y me lo lanzó sin dirigirme una palabra. Mi sonrisa se hizo más amplia, que divertido era burlarme de ellos, mientras no estuviera cerca de Granger...

- ¿Han visto últimamente a su amigo Hagrid? - le pregunté en voz baja

- A ti no te importa - dijo Ronald entrecortadamente, sin levantar la vista.

- Me temo que no durará mucho como profesor. A mi padre no le ha hecho mucha gracia mi herida...

- Continúa hablando, Malfoy, y te haré una herida de verdad - gruñó Ronald

- ¿Te calmas, ya? - dije con fastidio, encima que les hago el favor - Se ha quejado al Consejo Escolar y al ministro de Magia. Mi padre tiene mucha influencia, no sé si lo saben. Y necesito asegurarme que no se meta en más líos si quiere salir bien librado, de esa forma podré echar a Parkinson

2) Cassiopeia Malfoy y el prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora